Hay demasiado movimiento en mi vida. Demasiado caos. Demasiado nerviosismo. Creo que cualquier día de estos, me quedaré petrificado y contemplaré cómo el resto de las personas pululan a mi alrededor como manadas de búfalos o escuadrones de palomas.
Eso si antes no me crecen los cuernos y las crines; si antes no me alzo en una ráfaga de plumas y de alas.
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