[El 17 de abril se casa Iñaki, y voy a aprovechar este hecho para probar la posibilidad de publicar historias enlatadas]
Se casa Iñaki. Se casa a una edad a la que muchos de nuestros padres ya se habían casado, pero a mí me sigue pareciendo joven para casarse. Claro que a mí me sigo pareciendo demasiado joven yo mismo, que según mis alumnos estoy para vestir santos. ¿Cómo decirles a mis alumnos que, después de verles cada día pululando por el aula, y mostrando ante mis ojos la miseria de todas las utopías humanísticas, se me quitan las ganas de traer niños a este mundo?
No, lo que haya lo habrá, en cualquier caso, sin compromisos, sin bodas... y sin niños.
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