domingo, 10 de abril de 2022

Borja González: The Black Holes / Grito nocturno

González, Borja: The Black Holes. Barcelona, Reservoir Books, 2018. 120 páginas (principalmente il.) Ebook (epub con DRM).
ISBN:
978-84-17125-67-7
Descriptores:
Fantasía oscura; terror; cómic
González, Borja: Grito nocturno. Barcelona, Reservoir Books, 2022. 149+12 páginas (principalmente il.) Ebook (epub con DRM).
ISBN:
978-84-18052-68-2
Descriptores:
Fantasía oscura; terror; cómic

Grito nocturno aparecía destacado en la página web de la biblioteca ebiblio, y me llamó la atención su portada con la silueta de una bruja recortada contra un cielo azul profundo, cielo que quizá da a esa novela gráfica su nombre original en francés: Nuit Couleur Larme, noche color lágrima. La reserva tenía fecha prevista para junio, pero me avisaron de disponibilidad en un par de dias, descargué el libro, lo leí y lo devolví para alegrar el día a otro lector. Después solicité el álbum del que se supone era continuación, Black Holes. Pero realmente no es que haya mucha continuidad entre ambos, más allá de temática y escenario. Pero vayamos a la reseña.

Black Holes se inicia con dos historias paralelas: Teresa, una adolescente decimonónica invadida de romanticismo, encuentra una noche un esqueleto triste en el bosque. Laura, una adolescente de 2016 a la que le encanta disfrazarse, ve un fantasma en el bosque. Las dos historias de adolescentes tristes e incomprendidas van convergiendo hasta que el lector comprende que es la misma historia. El final de la historia de Teresa nos es mostrado; el de Laura queda abierto, aunque se nos sugiere en las ilustraciones de contracubierta.

La historia de Grito nocturno comienza con Teresa, una mujer que regenta un local de ocultismo y viste como una bruja. La adolescente Matilde es su cliente más asidua, y prácticamente la idolatra. Pero Teresa no está satisfecha ni con su tienda de libros y discos siniestros, ni con los fanzines que escribe, ni con la admiración de Matilde. Quizá debería haber hecho música punk, como esa chica que desapareció (cuyo nombre, Cristina, es el de la líder del grupo Black Holes, mencionado una sola vez en el álbum anterior, en la página 88). Así que hace un ritual con el que atrae a Laura, un genio con la apariencia de jovencita otaku. Pero no sabe qué deseo pedirle en esa ciudad de noches tristes.

La estética se caracteriza por escenarios detallados y entintados con la línea clara del estilo franco-belga, y personajes sin rostro, con brazos y piernas esquemáticos y, sin embargo, cierto barroquismo en el vuelo de vestimentas y cabello. En el segundo álbum esto se une a la elección de una paleta de colores donde resalta el azul oscuro de los cielos nocturnos. En el primero, había habido un juego parecido en las primeras páginas (atardeceres rojos en la oscuridad del bosque), pero luego desaparece el rojo como fondo y reaparece como detalle: las mariposas, el cabello de Rosa, la hermana pequeña de Teresa, la sangre.

No hay personajes masculinos, al menos no dibujados. Están el vendedor (o vendedora) de helados, que quizá sea un depravado (pero no estamos seguros de ello), el locutor (o locutora) de radio, y el ojo del bosque. El resto de héroes y villanos son femeninos, quizá para insistir en la sororidad, o quizá para hablar de cierto tipo de relaciones (la admiración por el mayor, el deseo de guiar a la persona más joven, la necesidad de encajar en un grupo, la envidia...) que están más allá de la atracción sexual. Tendré que leer las críticas de otros reseñadores para tener más claves.

viernes, 8 de abril de 2022

Para localizar folklore infantil... (esbozo rápido)

No solo en las páginas web tipo "el huevo de chocolate" o "chiquipedia" se pueden encontrar juegos infantiles. Esta mañana, buscando otra cosa, he visto que la Biblioteca de tradiciones populares españolas dirigida por Antonio Machado Álvarez ("Demófilo") incluye juegos y canciones infantiles en cada número.

Una referencia interesante está en el tomo II, Folklore de Madrid, que a partir de la página 100 trae una monografía sobre juegos extremeños que incluye el "cucú-tras", el "Aserrín-aserrán" y otros.

Por cierto que en ese tomo he descubierto que lo de "perder un tornillo" ya se decía en el Madrid de 1884

jueves, 7 de abril de 2022

Checklists de sintaxis 1. El sujeto.

Las checklist (listas de verficación) son un andamiaje (así lo llaman en la pedagogía anglosajona; el término tradicional español sería muleta) que permite a los alumnos enfrentarse a tareas complejas con cierta autonomía, hasta que adquieran la destreza necesaria para retirar ese apoyo.

En esta artículo pretendo ir desarrollando una serie de listas de verificación para los contenidos de sintaxis.

Nota: se siguen las convenciones siguientes:

  • La cursiva indica que se cita una palabra o grupo de palabras.
  • Un asterisco (*) antes de una palabra indica que algo no es correcto: *Me se ha *acabao la *pinícula.
  • Un guion antes de un grupo de sonidos indica una palabra que termina en ese grupo de sonidos: El plural se hace con ‑s.

Habilidad 1. Identificar una oración y descomponerla en sus componentes inmediatos (sujeto y predicado)

Para verificar que has identificado correctamente el sujeto y el predicado, comprueba que:

  • Has identificado el verbo.
  • El verbo es una palabra que está en primera, segunda, tercera persona, o acaba con las desinencias de infinitivo (‑ar, ‑er, ‑ir), gerundio (‑ando, ‑endo), o participio (‑ado, ‑ido).
    • Ejemplo de fallo: La celebración tendrá lugar en Madrid: celebración no es el verbo, porque no es una forma conjugada del verbo celebrar (no es ni primera, ni segunda, ni tercera persona) y tampoco es infinitivo, gerundio ni participio.
    • Recuerda que las palabras que hacen su plural añadiendo ‑s no son verbos a menos que sean la forma del participio (que acaba en ‑ado, ‑ido y normalmente se usa en masculino).
  • Si el verbo que has encontrado es un participio, lo más probable es que hayas encontrado solo medio verbo. Busca otro verbo justo antes.
    • Ejemplo de fallo: Pepe había comprado chocolate: El verbo no es comprado (participio) sino había comprado (tercera persona del singular del pretérito pluscuamperfecto).
  • Al identificar la persona del verbo no te has dejado llevar por la presencia de pronombres me, te, lo, la, le, nos, os, los, las, les antes del verbo o pegados al final del verbo, sino que has mirado la desinencia verbal.
    • Ejemplo: Si al decir la persona de me pidió un plátano identificas el verbo como me pidió y no como pidió, es un fallo. Debes ignorar el me. El verbo es pidió, solamente.
  • Has comprobado si el verbo se podía cambiar al plural cambiando un sustantivo o pronombre de la oración, o si el verbo se podía cambiar de persona cambiando un sustantivo o pronombre de la oración.
    • Ejemplo 1: Me gusta el chocolate (verbo gustagustan) ⇒ Me gustan el chocolate y el té
    • Ejemplo 2: Viene hoy (verbo vienevienen) ⇒ vienen hoy ⇒ No hace falta cambiar nada para cambiar el número del verbo, por lo que el sujeto probablemente está omitido.
    • Ejemplo 3: Se busca a Jaime (verbo buscabuscan) ⇒ Se *buscan a Jaime y Teresa ⇒ No se puede cambiar el número del verbo ni siquiera cambiando los sustantivos de la oración; probablemente es una oración impersonal.
  • El sujeto no es me, te, lo, la, le... ni sus plurales.
  • El sujeto no comienza por preposición (No es a mí ni a Juan).
  • El sujeto no es mí, ti, sí.
  • Al separar el sujeto del predicado, el verbo ha quedado dentro del predicado.
  • Todas las palabras de la parte que has marcado como sujeto se necesitan entre sí. No puedes mover ninguna al otro extremo de la oración sin mover las demás.
    • Ejemplo: Hoy Juan llegó tardeJuan llegó tarde hoy ⇒ La palabra Hoy no es parte del sujeto porque se puede llevar a la otra punta de la oración.


Ya sé que la lista es demasiado larga para ser realmente eficaz, pero es que hay muchos alumnos que, por ejemplo, dicen: «El sujeto de me gusta el chocolate no puede ser me... Así que es a mí.» Y cuando les dices que el sujeto no puede empezar por preposición (A es la primera preposición de la lista, responden: «Entonces, es