miércoles, 8 de diciembre de 2004

¡Horror! ¡Ya es miércoles!

¡Horror! Ya es miércoles. Y todavía me quedan cuatro cosillas por corregir (alguna de las cuales no tiene nombre y tres grupos cuyas notas de clase todavía no he tabulado. Tabular las notas de clase —yo pongo positivos, negativos, asteriscos (=muy mal comportamiento), ceros, y notas de lectura— es un auténtico coñazo. Pero una vez tabulado todo, las medias salen solas (excepto el cada vez más típico caso del chaval que sólo se ha presentado a un examen). Así que me espera una tarde es-tu-pen-da. Aun así, no os váis a librar del cuento del miércoles, que dedico a todos los alumnos estudiosos del mundo. Queridos míos, vuestros papás le regalarán la moto a vuestro hermano, el que no para de suspender pero grita más que vosotros. Sin embargo, en el corazón de vuestros profesores habrá siempre un rinconcito de afecto para vosotros.

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