Clarín: Tragedia en un boliche de Once: más de 175 muertos. “Las puertas de emergencia estaban bloqueadas”, dicen los testigos. Ibarra: "La discoteca estaba habilitada".
La Nación:Ya son 175 los muertos por el incendio en un recital. "Estaban condenados a una trampa mortal". La puerta de emergencia tenía un candado puesto.
Este tipo de suceso no es nuevo, desgraciadamente. La mayor tragedia en una discoteca, nos recuerda el diario Clarín, tuvo lugar en Luoyang, en China, donde fallecieron 309 personas. En el atentado de Bali murieron 190 personas. En Buenos Aires han muerto 175. A los argentinos les ha recordado un suceso anterior (el incendio de la disco Khevis, el 20 de diciembre del 93). A los paraguayos les recordará la destrucción del supermercado Ycuá Bolaños el 1 de agosto de 2004. A los peruanos les recordará el incendio de otro centro comercial, en diciembre de 2001. Y a los estadounidenses el de una discoteca de Rhode Island, el 21 de febrero de 2003. A los españoles nos recuerda el incendio de Alcalá, 20, que tuvo lugar el 17 de diciembre de 1983.
Desde entonces, en muchos comercios y establecimientos de hostelería han continuado esas malas prácticas que ponen en riesgo a los clientes: existencia de una sola puerta, o puertas de emergencia condenadas; locales estrechos y alargados, superación del aforo... Afortunadamente, a los españoles nos ha sonreido, hasta el momento, la fortuna. Pero, ¿por cuánto tiempo?
ABSTRACT: This article contains links to some Argentinian newspaper articles on the deadly disco fire in which 175 people died. The author says this tragic incident is not new, and recalls some similar fires in many places of the Americas (Asunción, Lima, Rhode Island), in China (the most destructive), and in Spain. As long as bad security practices (locked exits, capacity exceeded, narrow and long dimensions) continue, surviving a disco night will be a matter of luck.
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