Apruébeme, profesor,
profesor, apruébeme.
Con la sonrisa en los labios
como si no te importara,
vas repartiendo derrotas.
Sabes en tu interior
que el alumno ha suspendido,
pero que tú has fracasado.
Apruébeme, profesor,
profesor, apruébeme.
(17/3/2014, 16:00)
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