domingo, 15 de diciembre de 2019

Nieves Mories: Asuntos de Muertos

MORIES, Nieves: Asuntos de Muertos. Cádiz, Cerbero, 2019. 288 págs. 2,85€ (ebook) / 15€ (papel)
ISBN:
978-84-120202-3-6 (no recogido en la base de datos del ISBN español, ni en la BNE, ni en REBECA)
Descriptores:
Terror. Terror psicológico. Maltrato infantil. Enfermedad mental.

Se suele pensar que las novelas de terror, fantasía o ciencia ficción son obras escapistas que permiten que el lector huya de su realidad cotidiana. Nada más lejos de la realidad.

Asuntos de Muertos es una de las muchas obras que muestran que el terror más auténtico es el que las propias personas reales provocamos sobre los demás y en nosotros mismos. El que se produce cuando, gota a gota, el maltrato va calando en nosotros y nos priva de la capacidad de amar o, peor aún, nos enseña que solo se puede amar haciendo daño. Hay fantasmas en esta novela, pero los que dan más miedo son los que solo están en la mente de la protagonista.

La trama de esta obra es confusa. Decididamente confusa. Continuamente se nos van anticipando hechos que solo se contarán con detalle mucho después, lo que da una impresión de hechos vividos. Vividos por una mujer que comienza el libro hablando de unos muertos que la rodean. Y hasta el final no nos damos cuenta de que esta novela es el relato de las vidas de esos muertos.

Empezando por la propia protagonista, una auténtica muerta en vida. Su infancia ha sido robada por el abandono psicológico en que la dejó su padre y por el sutil pero crónico maltrato a que la sometió su hermana. Ella misma se define como "la persona de Pavlov": ¿no es esta metáfora metáfora un hallazgo fantástico? El caso es que, en un momento de apuro económico, ella le da a la familia la idea de obtener unos ingresos extras montando un gabinete parapsicológico. Pero la cosa, lo sabremos después, se va de madre. Hasta ahí puedo leer.

Lo mejor de este libro es la profundización psicológica en los personajes, unos personajes que duelen, que hacen sufrir al lector: el principal horror del lector es su propio temor a la locura. Nos puede ocurrir a todos. O a nuestros amigos. ¿A qué gente no hemos tratado así? El lema familiar es que nunca se perdona ni se olvida. Hermoso lema, ¿verdad?

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