Muchas veces nos sentimos en un puente como si hubiera dos noches de viernes, o dos sábados; en ocasiones, sin embargo, parece que hubiera dos domingos de resaca y tardes vacías...
¿La solución? Golfear un poco menos las dos primeras noches, para no arruinar la tercera...
1 comentario:
Me gusta una frase de una canción que dice "No hay mucha diferencia entre un puente y una pared".
Saludos
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