domingo, 17 de mayo de 2009

Lo malo de los puentes...

Muchas veces nos sentimos en un puente como si hubiera dos noches de viernes, o dos sábados; en ocasiones, sin embargo, parece que hubiera dos domingos de resaca y tardes vacías...
¿La solución? Golfear un poco menos las dos primeras noches, para no arruinar la tercera...

1 comentario:

Davo Valdés dijo...

Me gusta una frase de una canción que dice "No hay mucha diferencia entre un puente y una pared".
Saludos