viernes, 2 de enero de 2009

El juego del viernes: Spring

Año nuevo, blog nuevo. Una manera de revitalizar este anquilosado blog en que últimamente sólo aparecen mis pataletas (a menudo injustificadas) es volver a la vieja costumbre de las secciones semanales. Y ya que hoy es viernes, comenzaré por la que era la sección del viernes: los juegos.
Como sabréis, muchas de mis recomendaciones sobre juegos se refieren a productos que no encontraréis en las tiendas por dos razones: la primera es que, como los libros que recomiendo, mi selección de videojuegos se centra en los relativamente antiguos. Y, por otra parte, se trata de programas gratuitos, usualmente de código abierto. De hecho, aunque soy un converso de windows (lo que suscitará sospechas y rencores por igual entre usuarios de linux y de windows), mi buscador favorito para encontrar programas es sourceforge, página en la que, como veis al margen, sigo teniendo un proyecto abierto, aunque en la práctica está más tieso que la mojama.




Spring (antes llamado TA: Spring) es un RTS (juego de estrategia en tiempo real) creado como clon de Total Anihilation, que pasó sin pena ni gloria por nuestras tiendas. Precisamente por su carácter de clon, el módulo por defecto de Spring, "Absolute Anihilation", está legalmente restringido a los poseedores del juego original, si bien los creadores no han tomado ninguna medida para forzar esta situación.

Para mantener su carácter de software abierto, sin embargo, se ha procurado que Spring sea plenamente personalizable, y que los usuarios puedan crear (y de hecho, han creado) módulos totalmente nuevos para jugar con piezas distintas a las del original. Así, podemos situar la acción en las estrellas, en una isla tropical , en las costas de normandía o en el circuito de un ordenador; además, también podemos convertirlo en un juego de acción con vista subjetiva ("First Person Shooter"), si ese es nuestro deseo.

Antes de instalarlo, conviene saber que Spring es un juego con unos requisitos bastante severos de tarjeta gráfica; en muchos ordenadores con chips poco potentes, por ejemplo en los portátiles, podría no funcionar. En cuanto a procesador principal, en cambio, es mucho más tolerante, siempre que no estemos utilizando emulación de Opengl (que es el truco habitual para intentar que funcione en ordenadores con GPUs baratas o sin GPU).

El proceso de instalación, que era muy tedioso, se ha simplificado hace unos meses con la creación de un instalador, que nos permite seleccionar qué módulos (conjuntos de piezas), mapas (tableros de juego) y AIs (robots de inteligencia artificial) deseamos descargar. En caso de que nos dejemos algo, siempre podremos instalarlo posteriormente desde el cliente de juego online.

Sin embargo, el instalador nos proporcionará un juego que sólo funciona mediante una conexión a internet. Si deseamos poder jugar sin conexión, debemos instalar además el "lobby server" (Lobby server en la página de descargas ) y conectarnos a él.

Básicamente el proceso para jugar sin conexión consiste en:
1) Ejecutar el lobby server.
2) Ejecutar el cliente de Spring
3) Configurar Spring para que se conecte a localhost.
4) Conectarse.
5) "Host battle".
6) En la ventana de batalla, añadir un bot (el mejor es KAI, a menos que juguemos en un escenario con mar: KAI no sabe crear barcos, y, por tanto, no puede eliminar a nuestros submarinos).
6) Pulsar "Ready" y "Start Battle".

Otra manera de jugar contra una inteligencia artificial es ejecutar el programa "Spring demo", pero entonces jugaremos contra un oponente mucho más simple que pronto se quedará sin unidades. En teoría, se puede crear una "campaña" para jugar con "Spring demo" (y el programa trae un complemento para que lo hagamos), pero no he visto que ningún aficionado se haya tomado la molestia de publicar tales campañas, pues la salsa de este juego está en el modo multijugador, que no disfrutaremos hasta que hayamos dominado el combate contra la inteligencia artificial y los atajos de teclado.

Un juego interesante, en resumen, con que entretenerse hasta que los reyes, tan majos ellos, nos traigan sus regalos.

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