(Esta entrada se publicará también en mi blog de profesor)
Hace cinco días, recibí en mi correo electrónico un mensaje. Se trataba de un recordatorio que yo mismo había programado meses atrás al encontrar entre las fotos de mi móvil un recorte de periódico (no lo puedo reproducir aquí por aquello de los derechos de autor, pero os enlazaré la noticia).
El recorte de periódico era una crónica publicada en El País el 12 de febrero de 2018: "Ciudad de El Cabo se prepara para sobrevivir sin agua". Podéis leer el artículo original en ebiblio (Elegid El País, id a números anteriores y seleccionad el 12 de febrero de 2018, pero es más fácil encontrar la versión web, resumida, en este enlace:
https://elpais.com/elpais/2018/02/09/planeta_futuro/1518177674_391436.html
¿Cómo viviríais sin agua? Seguro que muchos habéis experimentado la situación en verano, en pueblos pequeñitos. Pero ¿qué haríais en una gran ciudad donde solo hay 25 litros por persona y día? Es cierto que vale con beber 2 litros de agua al día, pero ¿y para lavarse? ¿Y para lavar la ropa? ¿Y para cocinar?
No sé vosotros, pero yo puse la semana pasada más lavadoras que en toda mi vida, para desinfectar y retirar de en medio todos los textiles donde se pudiera albergar el virus. Por la misma razón, aumenté la frecuencia con que friego el suelo (el parquet sufrirá un poco). Además, me he seguido duchando escrupulosamente cada mañana (nada de quedarme en casa en pijama) y me he lavado las manos... No sé, ¿20 veces al día?
Pensad ahora en un habitante de esa mitad seca del planeta. Un saharahui, uno de esos campesinos bolivianos que se quejan de que los grandes terratenientes (que, por otra parte, son quienes nos dan de comer a los europeos) se quedan con toda el agua de sus arroyos.
O pensad en nosotros mismos, que realmente, después de otro invierno de nieves a destiempo y tormentas bruscas que no permiten que la tierra absorba la humedad, tampoco podemos estar muy seguros de que el agua alcance hasta el final de la epidemia... (porque no quiero ser agorero, pero la gripe del 18 duró dos años).
Seguid lavándoos frecuentemente, pero por favor, cerrad el grifo mientras duran esos 40 segundos de frotado de manos que recomiendan los expertos. Hay que dejar agua para todos.
Y ahora os dejo, que me voy a dar una ducha. Pero será, como decía Tom Clancy en La caza del Octubre Rojo, "una ducha de submarino".
No hay comentarios:
Publicar un comentario