Están de moda los revivals. Lo han estado al menos desde 1967, en que el estreno de Bonnie & Clyde resucitó el estilo de los años 20 y 30 entre la generación de nuestros padres. Y sospecho que lo seguirán estando durante mucho tiempo, no se sabe si por hastío de lo actual, por falta de ideas nuevas o simplemente porque a todos los niños les gusta jugar de vez en cuando a vestirse como vistieron sus padres.
Y a menudo olvidamos que los revivals no son una mera recuperación de una época. Tienen sus propias reglas, que son las que impiden que quienes almacenamos en nuestra casa cientos de prendas de ropa obsoletas podamos sumarnos a esta tendencia sin necesidad de comprar cosas nuevas. No, ciertamente, el revival no está hecho para evitarnos compras innecesarias.
A pesar de mis exiguos conocimientos sobre la moda (que puede comprobar cualquiera que me haya visto en persona) he podido intuir unos cuantos de estos principios. Hélos aquí:
En moda, el revival no resucita la época, sino su espíritu: por ejemplo, el complemento ideal para una cazadora ochentera son unas zapatllas de tobillo alto de colores con la lengueta fuera (por ejemplo unas Sketchers), que están inspiradas por un lado en las Nike Air Jordan y por otro lado en las Reebok de aeróbic: es decir, se parecen a lo que se llevaba en los 80, pero en aquella época no existían.
Los revival llevan el nombre de una década, pero no abarcan la década entera. Así, después de "currarme" un atuendo año 1965 para una fiesta sesentera, me causó estupor comprobar que todos los asistentes vestían de 1969, en plan "verano del amor". Y hacían bien, porque en el imaginario popular los 60 no son la década en que Marilyn cantaba el "happy birthday, Mr President", sino la década del amor libre.
El revival asume que inventos, tendencias, modas llegan a todas partes al mismo tiempo, y esto no es así, especialmente en países de "frutos tardíos" como el nuestro. Por poner un ejemplo palmario, me causó indignación ver en una revista que citaban el ZX-Spectrum como moda en España en 1982, cuando en ese año todavía no se vendía en nuestro país (de hecho, aquí siguió vendiéndose por lo menos un año más el modelo anterior, el ZX-81). Del mismo modo, la ropa de muchos países del Este de Europa era en 1992 muy similar a la que se llevaba 10 años antes en Europa del Oeste.
Como diría Marx, el revival asume que la moda dominante es la moda de la clase dominante. Es decir, la gente que desea imitar el estilo de los 80 pretende vestir como vestía Madonna, no como los drogotas de su portal. Un ejemplo claro de esto es el sombrero fedora, puesto de moda tras la muerte de Michael Jackson. Cierto que lo lucían varios cantantes de pop de los años 80, tanto fuera como dentro de Espaa; sin embargo, ni en los 80 ni en los 90 era habitual ver jóvenes paseando con sombrero por la calle en España.
Al pensar en una época, nos centramos en la parte de esa época que ha muerto: así, en una lista de frases ochenteras que circula por la red no aparece por ninguna parte "guay", expresión típica ochentera ahora reservada para los niños; en cambio, aparecen muchas expresiones de los 70 que murieron en los 80 (por ejemplo, "chachi", expresión que yo siempre he asociado con mis tías dándome de merendar a mi llegada a Logroño en septiembre de 1979).
La última regla es que hacen falta al menos 20 años para que se produzca un revival (así, el primer revival de los 80 no comenzó hasta 2000), pero no se puede predecir cuándo se producirá (de los 90, sólo se han resucitado los Smileys, que en realidad son de 1988-89), ni cuánto durará. Así que estén preparados, puesto que puede que dentro de ocho años vuelvan, inesperadamente, los dosmiles
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