miércoles, 18 de febrero de 2009
El cuento del miércoles: La tormenta
El seis de agosto, inesperadamente, comenzó el mal tiempo. El cielo se cubrió de una capa clara y comenzó a brillar fuertemente. Ráfagas de viento nos golpeaban azotando nuestra piel. Nuestros vecinos se refugiaban en sus agujeros, y nosotros trepamos a lo más alto de un edificio, donde encontramos cobijo bajo un alero. Parecía que la situación sería temporal, pero pronto comenzamos a quedar aislados unos de otros. Era imposible arriesgarse a salir. Y, pronto, no tuvimos más remedio que refugiarnos en el interior de las conchas. El implacable sol lo secaba todo.
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2 comentarios:
Como siempre, cortitos... pero muy interesantes.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno. (Baltasar Gracián)
Me gustó. Y las dos entradas anteriores también.
Voy a curiosear un rato más, con tu permiso.
Saludos.
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