La sexta recoge una noticia publicada previamente por The New Yorker en un artículo sobre ascensores: Nicholas Wait, redactor de una revista norteamericana, bajó a las 11 de la noche de un viernes a fumar un cigarrillo y... como quien se fue a buscar tabaco. Sólo volvió a coger sus cosas el domingo, a las cuatro de la tarde, después de pasar 41 horas atrapado en un ascensor. Intentó llamar por el interfono, pero no contestaban; hizo sonar la alarma, pero nadie la oyó; consiguió abrir la puerta, pero el ascensor express que ocupaba sólo se abría a partir del piso 39 y él todavía estaba, según la pintura de la pared, en el 13; finalmente, intentó abrir la trampilla de rescate, sin saber que es obligatorio que sólo se pueda abrir desde fuera.
Aprovechando las peripecias de la historia de Nicholas, Nick Paumgarten nos habla de la leyenda y realidad de los accidentes de ascensor, de la planificación del transporte vertical y de las innovaciones que ha estudiado esa industria.
Leedlo. Contemplad el video. Merece la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario