No sé vosotros: yo, cuando recibí los primeros mensajes de fishing, me dedicaba pacientemente a denunciarlos al proveedor del servidor en el que se alojaba la página de obtención de datos y al banco en cuestión. Desesperado ante la dificultad de dicha operación (a menudo los bancos no ponían fácil lo de denunciar los mensajes), fui abandonando poco a poco esa afición, aunque de vez en cuando me dedicaba a mirar los datos de los proveedores de los sitios web y de los dominios.
Por eso, cuando me ha llegado un mensaje de phising a mediodía, me lo he leído. Al hacerlo, he observado que el phising cada vez se pone más duro: según el mensaje que me ha llegado, a los phisers ya no les valen nuestras contraseñas del banco: quieren obtener también la dirección postal. Me pregunto si estarán intentando cometer una serie de fraudes de compra online, o si lo que quieren es hacerse con una red de datos personales que les permitan blanquear dinero prescindiendo de las mulas. En todo caso, mantenéos alertas.
1 comentario:
Lo mejor es que, en algunos, viene un mensaje que dice "no dé sus contraseñas a nadie, bla, bla, bla" ¿Contra-espionaje?
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