miércoles, 3 de enero de 2018

Cifras, cifras y más cifras.

A los periodistas les encanta mostrar cifras, quizá porque estamos obsesionados con la objetividad. Pero las cifras solo son comprensibles en contexto.

Los últimos meses ha habido varios ejemplos, pero les he perdido el rastro. Hoy La Razón titulo así su artículo sobre la digitalización del archivo del museo del Prado: "El marco de las 2900 pesetas". Y en efecto, eso costó, según detalla la signatura Caja : 268 / Legajo: 34.12 / Nº Exp: 2 del Archivo del Museo del Prado. Pero este titular oculta un hecho esencial que no nos da la cifra cruda: ¿qué suponía, en 1928, ese desembolso?

Porque, a diferencia de otras unidades de medida, como el gramo o o el kilojulio, las monedas no son estables. Un gramo de ayer pesa (o eso esperamos) lo mismo que un gramo de hoy. Mientras que una peseta de ayer no vale lo mismo que una peseta de ayer, entre otras cosas porque la peseta no existe. Y aunque existiera, la conversión sería engañosa: no podemos decir el marco costó 17,42 euros, porque si hoy no existen pesetas, ayer tampoco existían euros.

¿Cuánto suponía en 1928 el desembolso de 2900 pesetas? Podríamos calcularlo en base al precio del pan o al precio del cubata. Pero la inflación varía de mercancía en mercancía, (y también lo hace el cálculo de la inflación), por lo que creo que la mejor medida para comparar no es la inflación, sino el salario.

Para averiguarlo, nada mejor que bucear entre los propios presupuestos económicos del museo, que también están digitalizados. Mi intención inicial era comparar el salario del director de la época con el de hoy, y a través de ese dato comparar un precio y el otro. Pero, lamentablemente, el último presupuesto que incluye el salario del director antes de 1930 es el de 1916, en que el director cobraba 7500 pesetas (una web indicaba en 2015 que el salario de 2014 había sido de 133.097 euros, aunque en el presupuesto del Museo aparece una cantidad algo inferior destinada a toda la retribución de cargos directivos (y hay al menos dos: el Presidente del Patronato y el Director).

Puesto que no podía calcular los salarios "por arriba", decidí hacerlo "por abajo". Para los años 1916-1919 y para 1935 hay presupuestos, pero para el resto de años solo hay informes de cuentas trimestrales, que indican salarios por días trabajados, no cuadran con los presupuestos (el salario anual del restaurador es diez veces el del ordenanza en los presupuestos, pero es igual en las cuentas, cambiando solo el número de días trabajados) y nunca están completos (casi todos los años faltan el segundo y tercer trimestre). Para 1920 (catalogado en 1919) aparece un proyecto de presupuesto de personal subalterno un poco extraño porque los precios están inflados veinte veces sobre los del año anterior (se prevé que un ordenanza cobre 5000 pesetas en lugar de 240, y lo más chocante es que el restaurador, primer sueldo entre los no directivos, sigue cobrando lo mismo que el año anterior, es decir, menos que el ordenanza). En 1935, el sueldo del ordenanza es de 2200 pesetas. Una interpolación lineal nos llevaría a suponer que en 1925 el salario eran entre 1477 pesetas (interpolando entre 1925 y 1916) y 1392 pesetas (interpolando entre 1925 y 1916). Pero en realidad, en 1935 los sueldos de la administración pública sufrían un recorte (es la razón de que esté guardado ESE presupuesto). Ese recorte consistía en una bajada de un 10% en el salario base y del 50% en los complementos ("gratificaciones"). Por lo que podemos suponer que el sueldo de 1934 era, al menos, 2444 pesetas, lo que modifica nuestra interpolación, llevándola al intervalo entre 1709 y 1617 pesetas. En cualquier caso, tenemos que el marco costó más que el salario anual de un ordenanza.

Teniendo en cuenta que el salario anual de un ordenanza hoy día son 11.035 euros (contando salario base grupo E y complemento destino grupo 10; excluida antigüedad y horas extra; actualmente corresponde al nivel más bajo de la Administración, pero en 1925 el ordenanza del museo tenía por debajo al viceconserje y a todos los celadores), y teniendo en cuenta todas las interpolaciones, podríamos decir que el marco costó entre 1,69 (interpolación más optimista: 1709 pesetas) y 2,08 veces (interpolación más pesimista: 1392 pesetas) el salario de un ordenanza, lo que hoy equivaldría a entre 22900 y 18000 euros. Una bagatela.

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