martes, 19 de julio de 2011
Cómo usar la maldita llave de paso...
Por si hay alguien más que lleve, como yo, varios meses buscando una manilla para unas llaves de paso que aparentemente constan sólo de un embellecedor, he aquí un esquema que indica cómo convertir el embellecedor en manilla... ¡¡Hasta que no lo miré de cerca no me di cuenta de que el agujerito del embellecedor no era redondo, sino que tenía la misma forma estrellada de la llave de paso!!
viernes, 15 de julio de 2011
El reto del viernes: Zombies
- Aunque desconozco quién acuñó el término, para mí es especialmente notorio el uso que de él hace un profesor universitario de nombre holandés en una novela que fue llevada al cine por Tod Browning (con Bela Lugosi), Terence Fisher (con Christopher Lee) y Francis Ford Coppola (con Gary Oldman), entre muchísimos otros.
¿De qué novela (o película) hablamos?
- En el caso anterior, el muerto viviente es víctima de una maldición; sin embargo, hay una famosa novela en que el muerto ha sido resucitado mediante prácticas científicas aberrantes y es rechazado por la sociedad, lo cual le hace ser violento.
Esta novela fue escrita por la mujer de un famoso poeta británico como respuesta a un reto, y el entorno en que se escribió está recreado en una película española rodada por Gonzalo Suárez.
¿De qué novela hablamos? ¿Cuál es la película española?
- Un tercer tipo de monstruo viviente es víctima de una mezcla de medicina y maldición, y originalmente es creado como un esclavo al servicio del hechicero.
Ese es el monstruo que aparece en una película de ambientación caribeña de Jacques Torneur que, como otras de su época, es recordada en la más famosa novela de Manuel Puig.
¿Cuál es la película de Jaques Torneur? ¿Cuál es la novela de Manuel Puig?
- En la fantasía actual, el tercer tipo de no-muerto no es un resultado deseado de la experimentación, sino una bestia que sufre una enfermedad irreversible y contagiosa causada por la radiactividad o un virus, y que ataca a los seres humanos hasta su completo exterminio.
Pero en una curiosa novela publicada originalmente en 1954, no sólo es el hombre quien tiene pánico a los monstruos, sino que son éstos los que le tienen miedo a él.
Esta novela ha sido llevada a la pantalla televisiva con Vincent Price como protagonista, pero también al cine, protagonizándola primero un actor conocido por «Cuando ruge la marabunta» o «El planeta de los Simios» y después otro actor que interpretó al Agente J en la misma película en que Tommy Lee Jones hacía el papel de Agente K.
¿De qué novela y películas hablamos?
Haití y la Rusia comunista en el Caixaforum.
De la primera (que no trata la realidad inmediatamente después del terremoto, como su título parece dar a entender, sino que trata de documentar la labor de las ONG durante varios meses) agradezco que se haya limitado la cantidad de imágenes espeluznantes, dejando cierto espacio para la esperanza. Así, junto a funerales, rezos sobre las ruinas de la catedral o imágenes de hombres rebuscando entre los escombros vemos a los jóvenes mutilados que siguen practicando el fútbol, fotografiados por Emilio Morenatti, o a dos niños que juegan con pompas de jabón multicolores, fotografiados por Marta Ramoneda.
Esta es, quizá, la fotografía que más me ha gustado de la exposición, tanto por el aspecto técnico (no debe de ser fácil conseguir que las irisaciones del jabón se impresionen sobre la fotografía) como por la sensación de alegría que transmite.
En cuanto a la exposición sobre arte y arquitectura en Rusia, está compuesta por seis tipos de materiales: escultura (dos en total, de las cuales una es en realidad una maqueta), dibujo constructivista, maquetas de edificios (creo recordar que en total eran tres), fotografías de edificios procedentes de archivo y fotografías de edificios tomadas en época moderna (1992-2000) por Richard Pare. A esto se añaden audiovisuales del mismo autor de las fotografías modernas.
Las fotografías muestran la concepción de los espacios, tanto los espacios utilitarios como los monumentales, de los arquitectos rusos, y añaden una curiosa excepción: un edificio privado que uno de los arquitectos pudo edificarse en pleno Moscú. Se insiste en que las líneas son en general las de la arquitectura norteamericana más vanguardista de la época, pero con mayores concesiones al utilitarismo.
Realmente sería interesante una exposición que comparase el arte de las diversas utopías de los años veinte, treinta y cuarenta, desde el democrático sueño americano hasta los regímenes comunistas y fascistas. No sé si, de la misma manera que se ha documentado hasta la saciedad la arquitectura rusa de la época, incluyendo no sólo bloques destinados a funciones de representación sino también viviendas populares, se habrá documentado fotográficamente la labor del Ministerio de Vivienda franquista: esos curiosos bloques miniajardinados que vemos en numerosos pueblos de España y en los barrios obreros de muchas ciudades.
Por otro lado, respecto a los detalles técnicos de la exposición, me ha fascinado que en casi todos los casos las fechas de las cartelas correspondientes a las fotografías antiguas corrigieran las de los archivos (en algún caso de forma claramente justificada, como cuando se trataba de tomas de un edificio que se sabía construido más tarde, pero en otros casos sin justificación aparente), y que los materiales empleados en una escultura fueran «lápiz sobre papel» (en escultura, en todo caso, supongo que sería «grafito Y papel», pero además la escultura en cuestión tenía un elemento dúctil que necesariamente debía ser metálico o textil, en ningún caso grafito).
En cualquier caso, si estáis ociosos en Madrid, como yo, os recomiendo que vayáis a visitarla.
Más información
- Haití, 35 segundos después
- Caixaforum Madrid, hasta el 2 de octubre 2011
- Construir la revolución
- Caixaforum Madrid, hasta el 18 septiembre de 2011.
jueves, 7 de julio de 2011
Ancianos y conducción.
Sorprende el hecho de que en la misma legislatura en que se ha aumentado la edad de jubilación haya surgido la propuesta, por parte de las autoridades (un conocido lobby de seguridad vial andaba pidiéndolo desde hace tiempo), de que se endurezcan los requisitos para la renovación del carné para los mayores de 64 años. La última idea es exigirles su historial médico.
Dejando aparte lo complicado de la obtención de un historial médico realmente completo, al menos entre quienes hemos saltado de un sistema de salud a otro (dudo que la seguridad social le haya pasado mis datos a la UPAM o la UPAM a Muface), me parece que es una locura dejar estos documentos, por los que cualquier aseguradora pagaría una fortuna, en custodia de centros de reconocimientos médicas cuyos trabajadores suelen pluriemplearse en aseguradoras.
Claro que esto no choca con la cultura de la externalización que, gracias al neoliberalismo, se está imponiendo en las administraciones públicas (por ejemplo, en el Ayuntamiento de Madrid): agencias externas monopolizan (oligopolizan, si se prefiere) tareas que deberían quedar reservadas a la Autoridad Pública, con peligro de los principios de imparcialidad, confidencialidad y respeto a la ley que ha jurado cumplir cualquier trabajador público.
Por otro lado, sorprende que el legislador incurra en una contradicción evidente... ¡en poco más de un año y sin cambio de legislatura de por medio! Observamos, en efecto, que el argumento que ha servido para prolongar la vida laboral (esto es, que cada vez estamos mejor de salud a edades avanzadas) no le vale a Tráfico.
Puede que estemos lúcidos para proyectar un edificio, decidir sobre el futuro de unos jóvenes, estimar si es oportuno el despido de cien mil empleados, incluso para proponer nuevas leyes (por poner ejemplos de labores en las que se suele prolongar la vida laboral), pero que tardemos en salir del semáforo, o dudemos sobre si esta es la salida que debemos tomar en la autovía.
En coherencia con la idea de tráfico, ¿sería lógico exigir el historial médico a los trabajadores mayores de 64 años antes de la prolongación de su vida laboral?
Ante la incongruencia de las propuestas, estimo que deberíamos tomar una serie de medidas de sentido común que hace tiempo deberíamos haber tomado, en beneficio no sólo de los mayores sino de toda la sociedad. Por ejemplo, utilizar una señalización racional, orientada tanto a los habitantes de la ciudad como a los foráneos (qué fácil es orientarse en la ciudad propia, y qué difícil en cualquier otra), y con tipografía adecuada.
En último lugar, me gustaría que el legislador tuviera en cuenta que España es un país de orografía complicada donde todavía existen áreas rurales de urbanización dispersa donde una población envejecida no cuenta con un servicio adecuado de transporte público y requieren el uso del automóvil para acceder a los recursos (farmacias, centros de salud) de poblaciones mayores. Si se endurece el acceso de esta población al automóvil privado, debería asegurarse su acceso a vehículos pagados por el estado.
miércoles, 6 de julio de 2011
Bancos y seguridad
No sé si llegué a hablaros o no de cómo la directiva financiera "MIFID" era presentada como un dechado de normas de transparencia y seguridad, a pesar de que todos los bancos la tomaban como excusa para subir comisiones (o crear comisiones nuevas) y, sobre todo, reducir su responsabilidad a la hora de custodiar los dineros de sus clientes: las comunicaciones bancarias tardarían más, o irían a la página de Internet del banco (a la que algunos no podemos acceder), pero los clientes deberían informar con celeridad de las retiradas de fondos no autorizadas. El banco dejaría de comprobar la coincidencia entre el nombre del cliente y la cuenta corriente, una tarea que sospecho lleva menos de un minuto a esos oscuros funcionarios bancarios que trabajan en los centros de datos. Todo en este plan, para «garantizar la seguridad». ¿La seguridad de quién? Hay que jo...robarse.
Pero de lo que no había hablado es de cómo en este vendaval de medidas destinadas a garantizar la seguridad de los... bancos, los cajeros automáticos se están trasladando del interior del banco a su exterior.
Todavía recuerdo cuando un conocido, que entonces trabajaba en la banca, me insistía en que nunca, nunca, nunca sacase dinero en un cajero que estuviera en la calle. Las razones eran evidentes. Estaban los atracadores solitarios, los niños mendigos que te rodean en grupo y te roban la cartera (una respuesta agresiva por parte del cliente sería delito) y los ladrones tecnológicos que instalan cámaras y otros dispositivos en los cajeros situados en el exterior de las sucursales. Por eso, era mejor entrar en un cajero cerrado y echar el cerrojo.
Pues bien, no sé si os habéis dado cuenta de cuántos cajeros están pasando de ser interiores a ser exteriores. En el barrio de mi madre creo que sólo queda un cajero interior, el del Banco Popular, aunque es cierto que sólo tengo conciencia de que se hayan sacado al exterior otros dos, uno del BBVA y otro del Deutsche Bank. Este mismo banco, que es en el que trabajaba mi amigo, acaba de hacer exterior su cajero en la oficina de mi barrio, donde no recuerdo que queden cajeros interiores ni de Servired ni de 6000, que son las redes de tarjetas a las que estoy afiliado.
La tendencia llama la atención. ¿Es por nuestra seguridad? ¿Para protegernos de los mendigos harapientos que a veces duermen en los cajeros? ¿O es quizá que teniendo el cajero en el exterior ya no es el banco responsable de posibles atracos o manipulaciones del cajero? No sé vosotros, pero yo me inclino por esta última opción.
Del uso del PIN, sin carné, en comercios y, ¡peor aún! de la firma digitalizada para pagar con tarjeta, habría que hablar otro día. Por el momento, sed paranoides, amigos míos.
Condenan a cascos azules por actuación en Srebrenica
El caso no deja de tener cierta complicación, pues las tropas holandesas habían sido enviadas con medios insuficientes y no contaban con apoyo aéreo, motivo que ya causó en 2002 la dimisión del gobierno de Wim Kok cuando los hechos fueron sacados a la luz por el Instituto Holandés de Documentación Bélica. Pero no por ello puede decirse que la decisión tomada por los oficiales quede fuera de la definición de delito de genocidio:
(Artículo I) Las Partes contratantes confirman que el genocidio, ya sea cometido en tiempo de paz o en tiempo de guerra, es un delito de derecho internacional que ellas se comprometen a prevenir y a sancionar
(Artículo II) En la presente Convención, se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpretados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal:
a) Matanza de miembros del grupo;
b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo [...]
(Artículo III) Serán castigados los actos siguientes: [...]
e) La complicidad en el genocidio.
(Artículo IV) Las personas que hayan cometido genocidio o cualquiera de los otros actos enumerados en el artículo III, serán castigadas, ya se trate de gobernantes, funcionarios o particulares.
Por otra parte, el hecho de que hayan salido a la luz principalmente casos relacionados con los Países Bajos no quiere decir que los holandeses se tomen a la ligera los derechos humanos, sino simplemente que en sus tribunales de justicia salen a la luz hechos que aquí obviaríamos. Recuérdese cómo en su película La vida secreta de las palabras Isabel Coixet insistía en un tema tan a menudo olvidado: el disfrute por parte de fuerzas de la ONU y la OTAN de prostíbulos surtidos de carne bosnia y regentados por serbios, en una violación masiva (delito calificable también como genocidio) que nunca ha sido condenada, a pesar de que se repitiera, seguidamente, en otros escenarios bélicos como Somalia.
La guerra humanitaria no es nada limpia. A mi mente vienen situaciones como la descrita en la película Lágrimas del Sol o la que está sucediendo ahora mismo en Libia.
Nadie quiere a los refugiados en su país. La actuación de fuerzas de la OTAN, Italianos, Franceses, Daneses (y, si no viviéramos esta espantosa crisis, supongo que también nosotros, los españoles), impidiendo a los refugiados llegar a las costas o distribuirse por los países de la Unión, no deja de ser una violación del derecho de asilo, y, aún diría más, un genocidio, pues somete a poblaciones, en función de su nacionalidad, a condiciones de existencia que han de acarrear su destrucción física, total o parcial.
martes, 5 de julio de 2011
Compatibilidad teclado/ratón inalámbrico
Como resulta muy incómodo tener dos emisoras de radio distintas (una para el teclado y otra para el ratón), en estos casos suelo procurar hacerme con un ratón o teclado compatibles con el teclado o ratón que funcionan, de forma que no necesite una segunda emisora.
El problema es que a menudo las casas fabricantes no proporcionan datos sobre compatibilidad entre teclados y ratones distintos de la misma marca.
Así que propongo que hagamos una pequeña lista.
De momento, yo he introducido los datos de tres ratones y un teclado. Si conocéis más datos, indicádmelos en el apartado "comentarios", y los agregaré a la hoja.
sábado, 2 de julio de 2011
Klemperer: Lingua Tertii Imperii
410 páginas
ISBN: 978-84-95587-07-7
Género: Ensayo
Precio: 20 €
Victor Klemperer ocupaba una cátedra de Filología Francesa en Dresde cuando las leyes raciales lo obligaron a abandonar la universidad. Protegido del exterminio hasta el último año gracias a su matrimonio con una aria, fue testigo de la barbarie nazi, que decidió estudiar a través de su lenguaje, la «Lingua Tertii Imperii», es decir, la lengua del tercer Reich.
La obra de Klemperer resulta llamativa por diversas razones. En primer lugar, porque el doblelenguaje fascista por él analizado sigue vigente hasta el día de hoy (por ejemplo, la degradación de la palabra héroe al utilizarla para hablar de cualquier víctima, haya realizado acciones heroicas o no antes de morir; el uso de las abreviaturas, acrónimos y siglas; la utilización gratuita de palabras extranjeras —que para los alemanes, como para los ingleses, son precisamente las palabras latinas o románicas que a nosotros nos «suenan» familiares—). En segundo lugar, porque resulta curioso ver cómo Klemperer defiende el uso por parte de los marxistas de los mismos recursos con que los fascistas intoxicaban los pensamientos (esto, claro, por ingenuidad: el libro se publicó antes de que muchos de los crímenes de Stalin hubieran salido a la luz). En tercer lugar, porque siempre resulta curioso leer un texto que analiza lengua y pensamiento desde una lengua y pensamiento diferentes a los nuestros.
viernes, 1 de julio de 2011
El reto de la semana: y más colores...
En cuanto al nuevo reto, creo que ha quedado demasiado fácil, pero allá va:
Un árbol en que crecen erizos da apellido al general que venció al ejército francés cerca de Despeñaperros.
El apellido del general, en masculino, puede ser también un color que, traducido al alemán, es el apellido por el que se conoce a un famoso ingeniero que trabajó primero para Hitler y luego para los Estados Unidos.
De sus creaciones de las décadas de 1950 y 1970, varias llevan nombres de dioses griegos, pero una de ellas, en cambio, lleva el nombre que recibía el arsenal en que trabajaba, derivado del color de las piedras del lugar.
¿De qué color hablamos?