Cómo abrir todos los archivos de una carpeta web de picasa sin instalar picasa.
Necesitaréis: excel 2003 (quizá valgan excel 2007 u openoffice calc ) y wget (podría valer curl, cambiando las opciones)
Pedid al navegador que os muestre la fuente de la página.
Buscad una línea que contenga "_album.picasa" o "picasa:\x2F\x2Fdownloadfeed" .
Copiad esa línea y usad un deofuscador web para traducirla.
(O, si lo preferís, pegad en un block de notas y reemplazad %26 por "&", %2F por "/", %3A por ":", 3D por "=" y %3F por "?").
La parte que nos interesa comienza después de donde dice "?url=".
(Después de desofuscar tendrá la forma "http://picasaweb.google.com/xxxx") .
Descargad con wget o curl el URL resultante.
(inicio> ejecutar > wget "http://xxxx" ) (incluid las comillas)
Wget producirá un archivo XML.
Ahora viene la magia.
Aseguráos de tener la importación de XML instalada en excel.
Abrid desde excel el archivo xml.
Utilizad el panel de tareas origen xml.
Id a xml=>rss=>channel=>item => ns3:group=>ns3:content
(Puede que el subgrupo tenga otro nombre. En ese subgrupo tiene que haber los siguientes elementos: url, height, width, type, medium)
Elegid url y pegadlo en la columna B.
Id arriba al grupo image, buscad title y pegadlo en la columna C.
Haced click derecho en la barra de botones para acceder a la configuración de la barra, añadid la barra lista y pulsad en el botón actualizar datos xml.
Se creará una lista con los url de descarga y títulos de todas las fotos.
En la celda A1, escribid:
="wget """&B1&""" -O """&C1&""""
(Respetad el igual, las mayúsculas, los espacios y el número de comillas. El resultado de la fórmula que habéis escrito tiene que ser: wget "url" -O "title").
Si wget no está en vuestra ruta de acceso (path), tendréis que actuar en consecuencia, cambiando wget por unidad:\directorio\wget.
(Ejemplo, cambiad "wget" por "C:\jigdo\jigdo-bin\wget")
Copiad la fórmula en toda la columna, y copiad después la columna resultante en un block de notas.
Guardad el block de notas como descargarpicasa.CMD (aseguráos de que el block de notas respete vuestra extensión seleccionando Guardar como > tipo > todos los archivos, en lugar de Guardar como > archivos de texto).
Por último, ejecutad (doble click o escribiendo desde cmd.exe) el archivo descargarpicasa.cmd
Por supuesto, cualquiera con dos dedos de frente podría hacer una página web que ofreciera al lector un vínculo a un .zip con todos los archivos, pero, la verdad, no tengo el tiempo para ello...
miércoles, 28 de julio de 2010
sábado, 24 de julio de 2010
Propón cada día una asignatura nueva
Educación, educación. Desde que Beccaria, en algún momento del siglo XVIII, se inventó aquello de que el sistema penitenciario debía servir para educar (y viceversa, según puede verse), diríase que todos los problemas de la sociedad debe resolverlos la educación. Parece mentira que el mismo diario que ha criticado las becas FPI de formación de futuros investigadores (alegando que los objetos de investigación son demasiado simples, como corresponde a quienes todavía están en formación) recoja en los últimos 20 días tres o cuatro noticias en que distintos estamentos proponen nuevas asignaturas (todas ellas, obviamente obligatorias) para educar a los jóvenes en nuevos hábitos. Es, por cierto, el mismo diario que suele quejarse de la proliferación de "marías" en la ESO, y de la asignatura de Ciudadanía.
Muchas de esas noticias parten de estamentos que, por su carácter profesional, no se han leído nunca un currículo de ESO. Por ejemplo, el presunto consejero de la cosa en Valencia, que, obviamente, ignora que a partir de la LC del PP, y siguiendo con la LOE, los currículos han insertado los diversos contenidos de la asignatura de Informática en todas las áreas del currículo, y en especial en la obligatoria Tecnología. Por ello la Informática sigue siendo una mera optativa, y no un área obligatoria como parece que desean los valencianos.
Más normal parece que ignoren el currículo los médicos, que a raíz de la polémica suscitada por la inminente prohibición de alimentos ricos en hidratos de carbono de cadena corta y en sodio (evidentemente, los niños en el instituto nunca sufren lipotimias en educación física, y además tienen sus coronarias obstruidas) proponen asignaturas como la nutrición, cuando su contenido ya existe (y es parte fundamental del área) en las ciencias naturales de 1º y 2º y la biología de 3º y 4º. Aunque hay quienes han propuesto en los últimos días asignaturas más exóticas, como las clases de Cocina, que se desterraron del panorama de optativas no sé si por machistas (aunque muchos hombres se apuntaban a ellas) o por el peligro que tiene dejar a un chaval ante un hornillo.
No se ha hablado en los últimos días de otra asignatura que parece recurrente: educación vial, cuyo contenido, por cierto, forma parte de los esenciales del bachillerato, al mismo nivel que el dominio de la propia lengua, aunque no se pregunte por él en selectividad. Pero sí se ha hablado del proyecto de los taxistas madrileños para solicitar la implantación de una FP de grado medio en que se enseñen, además del callejero (que últimamente sólo conocen los más veteranos, porque, gracias a dios, existe el Tomtom) idiomas e historia de Madrid (obviamente, todos los taxistas trabajan en Madrid llevando turistas del aeropuerto a la ciudad: los que vamos a tomar copas llevamos el coche propio).
En fin, edúquense todos. Y, sobre todo, no olviden el contenido de las asignaturas a los dos días, como hicimos muchos de nuestra generación cuando nos explicaron la diferencia entre Nación y Estado, diferencia que, como ha puesto de relieve la sentencia del Estatut, seguimos sin comprender los españoles.
Muchas de esas noticias parten de estamentos que, por su carácter profesional, no se han leído nunca un currículo de ESO. Por ejemplo, el presunto consejero de la cosa en Valencia, que, obviamente, ignora que a partir de la LC del PP, y siguiendo con la LOE, los currículos han insertado los diversos contenidos de la asignatura de Informática en todas las áreas del currículo, y en especial en la obligatoria Tecnología. Por ello la Informática sigue siendo una mera optativa, y no un área obligatoria como parece que desean los valencianos.
Más normal parece que ignoren el currículo los médicos, que a raíz de la polémica suscitada por la inminente prohibición de alimentos ricos en hidratos de carbono de cadena corta y en sodio (evidentemente, los niños en el instituto nunca sufren lipotimias en educación física, y además tienen sus coronarias obstruidas) proponen asignaturas como la nutrición, cuando su contenido ya existe (y es parte fundamental del área) en las ciencias naturales de 1º y 2º y la biología de 3º y 4º. Aunque hay quienes han propuesto en los últimos días asignaturas más exóticas, como las clases de Cocina, que se desterraron del panorama de optativas no sé si por machistas (aunque muchos hombres se apuntaban a ellas) o por el peligro que tiene dejar a un chaval ante un hornillo.
No se ha hablado en los últimos días de otra asignatura que parece recurrente: educación vial, cuyo contenido, por cierto, forma parte de los esenciales del bachillerato, al mismo nivel que el dominio de la propia lengua, aunque no se pregunte por él en selectividad. Pero sí se ha hablado del proyecto de los taxistas madrileños para solicitar la implantación de una FP de grado medio en que se enseñen, además del callejero (que últimamente sólo conocen los más veteranos, porque, gracias a dios, existe el Tomtom) idiomas e historia de Madrid (obviamente, todos los taxistas trabajan en Madrid llevando turistas del aeropuerto a la ciudad: los que vamos a tomar copas llevamos el coche propio).
En fin, edúquense todos. Y, sobre todo, no olviden el contenido de las asignaturas a los dos días, como hicimos muchos de nuestra generación cuando nos explicaron la diferencia entre Nación y Estado, diferencia que, como ha puesto de relieve la sentencia del Estatut, seguimos sin comprender los españoles.
miércoles, 7 de julio de 2010
Estimado señor / Distinguido señor
Observo en los últimos tiempos en la correspondencia se está sustituyendo la fórmula «Estimado Señor» (o «Señora») por «Distinguido Señor» (o «Señora»). Quizá yo sea un rancio y un carca, pero siempre me ha resultado agradablemente críptico y majestuoso el lenguaje tradicional de las cartas comerciales, aquel del «Acuso recibo de la suya del 14 del presente» y fórmulas similares. Por eso me da un poco de pena esta sustitución, no sé si por influencia del inglés (algún «Distinguished Sir» he visto por ahí, pero es más frecuente el «Dear Sir»), o simplemente por búsqueda de la novedad.
Claro es que la correspondencia comercial cada vez llega más a la gente de a pie, y que por una política lingüística (por supuesto, nunca mentada con tal nombre) enfocada en cierta dirección de mediados de los ochenta a esta parte, se han ido infantilizando el lenguaje periodístico, el comercial, el jurídico-administrativo e incluso el médico. Y es curioso que haya habido en los últimos tiempos iniciativas legislativas en tal dirección, como la que ha eliminado los tratamientos de cortesía en la Administración General del Estado o la que ha obligado a redactar con un lenguaje «más simple» los prospectos de las medicinas. A pesar de ello, quedan reductos inexpugnables, pequeñas Numancias de la lengua, como el lenguaje del derecho fiscal.
En efecto: cualquier persona que haya cursado con aprovechamiento la enseñanza obligatoria (es decir, la ESO) podría comprender un prospecto médico de los antiguos. Sin embargo, a duras penas podrá encontrar el «programa Padre» en la página oficial de la agencia tributaria, y mucho menos comprender su archivo de ayuda en caso de duda. Obsérvese que, si bien todos podemos necesitar medicamentos, también se supone que Hacienda somos todos. Ni para enfermar ni para montar una frutería hacen falta estudios.
¿Son quizá los inspectores de hacienda los últimos profesionales que hacen de su oficio una especie de taumaturgia? ¿O es que son los pocos suficientemente inteligentes como para comprender que los tecnicismos no se han inventado por joder al pueblo sino para señalar diferencias de conceptos donde la lengua común no los halla?
(Edición 22/4/2014: irónicamente, este artículo estaba plagado de erratas e incluso tenía alguna falta de ortografía).
Claro es que la correspondencia comercial cada vez llega más a la gente de a pie, y que por una política lingüística (por supuesto, nunca mentada con tal nombre) enfocada en cierta dirección de mediados de los ochenta a esta parte, se han ido infantilizando el lenguaje periodístico, el comercial, el jurídico-administrativo e incluso el médico. Y es curioso que haya habido en los últimos tiempos iniciativas legislativas en tal dirección, como la que ha eliminado los tratamientos de cortesía en la Administración General del Estado o la que ha obligado a redactar con un lenguaje «más simple» los prospectos de las medicinas. A pesar de ello, quedan reductos inexpugnables, pequeñas Numancias de la lengua, como el lenguaje del derecho fiscal.
En efecto: cualquier persona que haya cursado con aprovechamiento la enseñanza obligatoria (es decir, la ESO) podría comprender un prospecto médico de los antiguos. Sin embargo, a duras penas podrá encontrar el «programa Padre» en la página oficial de la agencia tributaria, y mucho menos comprender su archivo de ayuda en caso de duda. Obsérvese que, si bien todos podemos necesitar medicamentos, también se supone que Hacienda somos todos. Ni para enfermar ni para montar una frutería hacen falta estudios.
¿Son quizá los inspectores de hacienda los últimos profesionales que hacen de su oficio una especie de taumaturgia? ¿O es que son los pocos suficientemente inteligentes como para comprender que los tecnicismos no se han inventado por joder al pueblo sino para señalar diferencias de conceptos donde la lengua común no los halla?
(Edición 22/4/2014: irónicamente, este artículo estaba plagado de erratas e incluso tenía alguna falta de ortografía).
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