lunes, 12 de noviembre de 2007

sustituyendo las fritangas

Hace unos meses, mi hermano me regaló una freidora. Todavía no la he utilizado. He de reconocer que una de las dos razones por las que no lo hecho es la incomodidad que supone fregar interiormente un aparato cuyo exterior no ha de mojarse. La otra, el miedo que me causa unir a mi desastrosa dieta la ingestión masiva de aceite.

Además, hasta hace unas semanas no había comprado ningún producto congelado, excepción hecha de dos paquetes de "vainilla" (así llaman en el pueblo a las judías verdes) y otro de espinaca. Y ya se sabe que la freidora es prima hermana del congelador, pues pocos tenemos la paciencia de hacer una bechamel y rebozarla luego en forma de bolitas o bastones —por no hablar de la complicación del sanjacobo o las villeroy—.

En un anuncio de varitas de merluza se nos propone sustituir la freidora por el horno. Hoy he hecho la prueba y he visto que, siempre que el rebozado sea de harina y huevo (incluyendo imitaciones, especialmente si llevan colorantes), de diez a doce minutos a 150°C bastan para obtener un resultado bastante decente. En cambio, los productos con rebozado de pan rallado quedan bastante feos (quizá pueda mejorarse con un baño previo de aceite, pero precisamente eso es lo que queríamos evitar). Mis sujetos de experimentación han sido unos buñuelos de bacalao, unos aros de cebolla y unas croquetas de espinaca (todo de la marca blanca de La Sirena); los buñuelos han salido perfectos, los aros un poco peor y las croquetas estaban solamente comestibles, a causa de la cobertura de pan rallado.

Por otro lado, antes de ver el anuncio de marras, ya había experimentado con el microondas para hacer patatas. Desde hace bastante, mi madre sustituye las patatas ligeramente fritas de la tortilla por patatas panadera hechas en el microondas (que también se pueden comer por sí mismas con un poco de cebolla, como "patatas a lo pobre"). Yo, personalmente, he probado a variar los cortes (patatas paja hechas con un rallador, o dados de patata pequeños para comer con los guisantes). Cuando el tamaño es mínimo, bastan 10 minutos de microondas para que estén hechas (la ventaja principal es que el microondas no hay que supervisarlo, a diferencia de la sartén). El problema es que he comprobado que, si no se les añade aceite, quedan pegadas y blandurrias. Saben buenas, pero... no es lo mismo.

¿Alguna idea para hacer patatas en el micro sin tener que añadir aceite?

3 comentarios:

Unknown dijo...

Te aseguro que si a esas patatas les añades una sola cucharadita de aceite que deberás repartir bien como lo harías con la sal (de forma que queden todas bien embadurnadas) y las metes en el micro en un recipiente ancho, tipo ensaladera, y convenientemente tapadas aunque no sea más que con "film" transparente, te van a resultar altamente satisfactorias. Si te empeñas en preparar las patatas sin nada de aceite entonces siempre obtendrás patatas cocidas, o asadas, etc... pero nunca tendrán la más mínima apariencia de patatas fritas. Y una cucharada de aceite no supone añadir nada malo a tu dieta, sobre todo si se tratan de aceite de oliva virgen extra, no puedes compararlo a lo que sería usar casi medio litro de aceite para freirlas a la tradicional.
Ya me contarás ;-)

Gloria dijo...

freidora mala, de siempre

José Moya dijo...

Seguiré el sabio consejo de bliss, que parece un término medio entre mis "patatas a lo pobre" típicas (un buen chorro de aceite) y la alternativa sin.