Aunque pueda parecer que la semana pasada no ocurrió nada en el mundo que mereciera mi atención (ya veis: mis últimos posts se refieren a mi cabreo con el alcalde, a una juerga nocturna y a la resaca correspondiente, que en este momento estoy experimentando, la semana pasada ocurrieron muchas, muchas cosas.
En primer lugar, tengo que anunciaros la triste noticia de que un familiar mío murió. Es un suceso siempre luctuoso, pero hay que reconocer que, una vez cumplidos los noventa años, la muerte está siempre a la vuelta de la esquina. Ir a mi pueblo y no ver al tío Samuel no será, probablemente, lo mismo. Pero es ley de vida que los niños nazcan y los ancianos mueran. Adios, dondequiera que estés.
En segundo lugar, una noticia tragicómica: la ¿primera? condena de un cracker en España. (Aquí la podéis leer un artículo en El Mundo; yo lo leí en Periodista Digital, pero ese medio no permite hacer búsquedas dentro de sus páginas). Tragicómica por diversas razones. Primero porque crackers ha habido en España desde los años 80, por lo menos. Y resulta extraño que no se haya condenado a ninguno hasta el momento. Supongo que pagarían una multa o una indemnización, en lugar de ir a la cárcel. También tragicómica porque llegué a conocer al tal Oscarín, que visitó mi página web, encontró en ella mis "Lecciones de informática en el hogar", cuyo único capítulo publicado es el "I. Cómo hacer trampas", y a partir de ello comenzó a enviarme mensajes, no sé si con el propósito de usar la vieja técnica de los timadores: timar al que va de listo (yo IBA de listo por la vida).
En cualquier caso, no lo consiguió, porque siempre he sido un (aprendiz de) "white hat hacker" y nunca, nunca, nunca he tratado de penetrar en otro sistema (y cuando por casualidad esto ha sucedido, he avisado al administrador y me he asustado mucho). No, mis conocimientos de "hacker" no van más allá de editar partidas grabadas en juegos de los años 90 (los de la década actual usan formatos de archivo estructurados, en lugar de usar campos de longitud fija). Y creo yo que "estafar" 20.000.000$ al banco de SimCity no es ningún delito, ¿no? Lo sería sólo en caso de un juego multijugador, donde los otros jugadores pierden puntos.
Hack significa 'chapuza', 'solución inesperada e ingeniosa a un problema' (como las que practicaba McGyver en la serie de TV). Sólo en este sentido soy hacker: me gusta usar soluciones extrañas para problemas extraños. Pero aún no soy "uno de esos hombres", como decía Anne Heche en "6 días y 7 noches", es decir, "uno de esos hombres que con una navaja y unos calzoncillos fabrican una balsa". Por eso admiro a quienes son capaces de hacerlo.
Pero también odio a quienes pasan al lado oscuro de la fuerza.
It seems the last week was boring and uninteresting, and nothing catched my attention. It would be a good way to explay the lack of posts in this blog. But it's not true. Many weird news have come to me.
First of all, I have some sad news. A relative of me died. Dead is a bad thing, but when someone dies after its nineties, you can comfort yourself thinking that die is the pay for a long life. My father's village won't be the same without Samuel, but old people has to die for young people to birth. Anyway, goodbye, grand-uncle, whatever you are.
Second of all, some "tragicomic" news. First prison sentence for a cracket in spain. Tragi-comic because there have been many crackers in Spain since the eighties, and it's too weird to see no one of them was imprisoned (after trial) before. I suppose prior lawyer behvior was to agree indemnifications.
And also because I eventually had a mailing relationship with Oscar López Hinarejos, a.k.a. Oscarin, because he visited my website and liked the (elemental level) cheating lessons placed on it (they are in Spanish, so don't even try to search for them). When he read them, he started sending me alluring mails calling me "grand hacker", with the evident purpose of using my pride to scam me with a further trojan delivery.
But it never was to its end, because the cops catched him before. The good thing of it is that, some months after that, I answered a usenet thread on Oscarin and started a friendship with one of my longest-lasting internet friends (well, our friendship has lasted a year).
I was not lured by Oscar because I've always been a "white hat hacker" (apprentice), and I've never, never, never tried to enter where I'm not supposed to enter. In the single case I've encountered a shell where I was supposed to have a telnet game, I have feared and alerted system admin.
No, I'm just a "game bank" hacker: I've only edited some saved games: a basic ability you can learn by reading an hex editor manual. And this ability does not work for modern games, since they use a structured format based in variable-lenght fields indexed by pointers, what makes just a bit harder to edit them (you can't easily make a ex profeso savegame editor, as I used to do using a professional programming language called... gwbasic!).
Hack means 'odd job', 'trick', 'unexpected solution' (the widest known hack is the gordian knot hack by Alexander the Great; but you should consider also the McGyver hacks in TV series). Only in this sense I'm a "hacker:" I like to find weird solutions to weird problems. But I'm not "one of those men", as Anne Heche said in "6 days, 7 nights", i.e., "one of those men capable of making a raft with their slips and a jacknife". That's the reason I like people able to do it.
But I also hate those who follow the dark path.
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