viernes, 23 de marzo de 2018

Fuego con fuego

Otro esbozo para el curso de escritura de la open university. Lo redacté en español a partir de una frase absurda que había usado para probar el traductor DeepL, y luego lo traduje con el propio DeepL y linguee, con algún cambio manual. 

Dada la extraña situación de la libertad de expresión es España, la falta de humor de la gente y la escasa comprensión lectora quienes pululan por las redes buscando motivos de ofensa, he de informar que:

  1. Obviamente, el caso del que se habla al final está inspirado un caso trágico sucedido en España en los años 80 (¿alguien necesita que le diga cuál?).
  2. Este relato no pretende ser una apología de los pirómanos. Cualquiera con dos dedos de frente (si tal gente existe entre quienes eligen estudiar carreras cuyo nombre comienza por D) debería darse cuenta de la evidente ironía, presente desde la primera frase.
  3. Por supuesto, la obra es pura ficción. Que yo sepa, aquel incendio de Madrid no fue provocado, y los bomberos no se dedican a salvar pirómanos.


Después de quemar el edificio, recuerda cerrar el gas.  Esa gente tan estúpida es capaz de pensar que ha sido todo fortuito y seguir arrastrándose por el mundo con la convicción de que han ofendido a Dios, en vez de tener miedo de nosotros. No te asuste la llegada de la policía. Tómate tu tiempo, deja la radio encendida para escuchar a Charlie Parker mientras riegas con gasolina el edificio, y disfruta la experiencia, hijo. La primera vez siempre es especial. Sí, recuerdo aquella discoteca del centro de Madrid. Cómo trepaban las llamas. Cómo bailaban sobre las cortinas. Y luego, invisibles, corrieron por el aislamiento acústico del techo. Los gritos, la gente atropellándose, los bomberos casi ahogados penetrando con aquellas máscaras rudimentarias... Dos de ellos me sacaron, creyendo que me salvaban la vida, y gracias a ello he podido seguir prendiendo fuego a distintos edificios. No te dejes hechizar por las llamas, hijo. Recuerda salir a tiempo.



After burning the building, remember to turn off the gas. Those stupid people might think it was all chance and keep crawling around the world with the belief that they offended God, instead of being afraid of us. Don't fear the oncoming police. Take your time, leave the radio as you listen Charlie Parker while you water the building with gasoline, and enjoy the experience, son. The first time is always special. Yes, I remember that nightclub in Madrid downtown. How these flames climbed. How they danced on the curtains. And then, invisible, they ran through the soundproof ceiling. The screams, the people stampeding, the firemen nearly suffocated in those rudimentary masks... Two of them took me out, believing they saved my life, and because of this I was able to keep setting fire to different buildings. Don't be bewitched by the flames, son. Remember to leave on time.

Tres hombres en un flamenco v2

De nuevo dentro del curso de future learn, me piden que revise mi borredor. Vaya, en las instrucciones preliminres parecía que no hacía falta que el borrador fuera un cuento completo... para que sea un cuento, a mi borrador previo le falta acción: un desarrollo y una  conclusión. Así que, mientras lo corrijo, iré haciendo el borrador del resto del cuento....


Fue idea de Juan. Yo nunca hubiera pensado meterme en el río en aquel flotador tan llamativo. Ni siquiera en una rueda de tractor. No nado muy bien, y la posibilidad de volcar en una represa me aterra. Pero habíamos bebido, sí.
Era un viernes de junio. Llegamos al merendero de la orilla al salir del trabajo, a eso de las tres, y hacia las cinco, mirando las jarras que se acumulaban como torres vigilantes alrededor de las fuentes con restos de papas, la agüilla verdinosa de una ensalada  campera y una montaña de bigotes y cáscaras de gambas, decidimos que ya no merecía la pena ir a comer a casa. Para las siete nos daba vergüenza seguir en la misma mesa de aquella terraza en que los oficinistas iban siendo sustituidos paulatinamente por universitarios. Fuimos pidiendo la cuenta, pero la patrona insistió en invitarnos a otra ronda. Y entonces, mientras cada cual rascaba su bolsillo mirando con desolación una jarra que a esas horas suponía un reto, cruzó Pedro, el hijo de Juan, yendo con su pandilla hacia el río. Cualquier otro padre hubiera deseado esconderse bajo tierra. Pero Juan era ese tipo de adulto que necesita constantemente demostrarse que sigue siendo joven. Oh, sí, lo es. Y yo soy ese tipo de adulto que dejaría arrastrar a una guerra, con tal de no tener que pensar qué hacer al minuto siguiente. En cuanto a Manuel... Yo creo que fue su espíritu bromista el que le llevó a sugerir la idea:

—Cuando era joven, bajé una vez el río en un flotador, hasta Aranjuez...
—Pues creo que tengo una colchoneta en el garaje.
—¿Esa mierda con forma de flamenco donde dormía la siesta tu ex? Yo no me monto en eso.
—No hay huevos.
—¡A la mierda! —dije, colocando la última moneda de mi parte de la cuenta.— Trae la colchoneta, que la inflamos en un momento. Pero primero, voy a mear.

Bajé las escaleras tambaleándome, comprobé que el baño tuviera urinarios —maldita manía de pintar las puertas de colores: los hombres daltónicos no distinguimos el azul del rosa—, vacié la vejiga y me metí la cabeza bajo el chorro del grifo. Cuando subí, Juan había ido a buscar la colchoneta en su utilitario.

—Cualquier día le va a hacer soplar la guardia civil, y le va a salir cara la broma.
—Pues menos mal que tú no conduces, Pepe, porque como te hicieran soplar a ti...
—¡También es verdad!

Donde soplamos de verdad fue en las válvulas del maldito flotador, ya que a Juan no se le había ocurrido cogerlo. En nuestro estado, era un olvido comprensible. Pero después de media hora de pelear con la colchoneta, los tres estábamos bajando por fin el curso de aquel endiablado Manzanares.




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I'm writing my story in Spanish, but here is the beginning: "It was John's idea. I never though of going down the river in a purple flamingo-shaped floater, not even in a tractor tyre. I'm not good at swimming, and the risk of falling through a dam threatened me. But we had drunk. Yes, we had.

It was a friday of june and we just went to the river bar after work, at three o'clock. At five, looking at the glasses that, as watching towers, surrounded the plates of french fries, pepper salad and prawn shells, decided not to go home for lunch. At seven we were embarrassed as office workers were being slowly replaced by students. We asked for the check, but the patron paid a last round of drinks. And then Pete, the son of John, passed, going go the river with his friends.

Any other father would want to die. But John was that kind of grown-up that always needs to show he's still yound. Oh, he is. And I'm that kind of grown up that would go to war, just to avoid thinking what to do next minute. And Manuel... I guess his joker spirit moved him to say:

"When I was young, I went down the river up to Aranjuez..."
"I have a floater in my garage, indeed"
"That flamingo-shaped shit your ex used?" 

martes, 20 de marzo de 2018

En el curso de escritura creativa de la Open University en Future Learn hacen la siguiente propuesta: Comenzar con un personaje de lo primero que se vea por la tele o se oiga por la radio. 
Lo primero que he visto es un trío de hombres sobre un flamenco rosa... 


Fue idea de Juan. Yo nunca hubiera pensado meterme en el río en aquel flotador tan llamativo. Ni siquiera en una rueda de tractor. No nado muy bien, y la posibilidad de volcar en una represa me aterra. Pero habíamos bebido, sí.
Era un viernes de junio, y habíamos llegado al merendero de la orilla al salir del trabajo, a eso de las tres, y a eso de las cinco, mirando las jarras que se acumulaban como torres vigilantes alrededor de las fuentes de salchipapas, ensalada campera y cáscaras de gambas, decidimos que ya no merecía la pena ir a comer a casa. A las siete nos daba vergüenza seguir en la misma pesa de aquella terraza en que los oficinistas iban siendo sustituidos paulatinamente por universitarios. Fuimos pidiendo la cuenta, pero la patrona insistió en invitarnos a otra ronda. Y entonces fue cuando cruzó Pedro, el hijo de Juan, yendo con su pandilla hacia el río. Cualquier otro padre hubiera deseado esconderse bajo tierra. Pero Juan era ese tipo de adulto que necesita constantemente demostrarse que sigue siendo joven. Oh, sí, lo es. Y yo soy ese tipo de adulto que dejaría arrastrar a una guerra, con tal de no tener que pensar qué hacer al minuto siguiente. En cuanto a Manuel... Yo creo que fue su espíritu bromista el que le llevó a sugerir la idea:

—Cuando era joven, bajé una vez el río en un flotador, hasta Aranjuez...
—Pues yo creo que tengo una colchoneta en el garaje.
—¿Esa mierda con forma de flamenco donde dormía la siesta tu ex? Yo no me monto en eso.
—No hay huevos.
—¡A la mierda! —dije, colocando la última moneda de mi parte de la cuenta.— Trae la colchoneta, que la inflamos en un momento. Pero primero, voy a mear.

Bajé las escaleras tambaleándome, comprobé que el baño tuviera urinarios —maldita manía de pintar las puertas de colores: los hombres daltónicos no distinguimos el azul del rosa—, vacié la vejiga y me metí la cabeza bajo el chorro del grifo. Cuando subí, Juan había ido a buscar la colchoneta.

—Cualquier día le va a hacer soplar la guardia civil, y le va a salir cara la broma.
—Pues menos mal que tú no conduces, Pepe, porque como te hicieran soplar a ti...
—¡También es verdad!

Después de media hora de pelear con la colchoneta, los tres estábamos bajando




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I'm writing my story in Spanish, but here is the beginning: "It was John's idea. I never though of going down the river in a purple flamingo-shaped floater, not even in a tractor tyre. I'm not good at swimming, and the risk of falling through a dam threatened me. But we had drunk. Yes, we had.

It was a friday of june and we just went to the river bar after work, at three o'clock. At five, looking at the glasses that, as watching towers, surrounded the plates of french fries, pepper salad and prawn shells, decided not to go home for lunch. At seven we were embarrassed as office workers were being slowly replaced by students. We asked for the check, but the patron paid a last round of drinks. And then Pete, the son of John, passed, going go the river with his friends.

Any other father would want to die. But John was that kind of grown-up that always needs to show he's still yound. Oh, he is. And I'm that kind of grown up that would go to war, just to avoid thinking what to do next minute. And Manuel... I guess his joker spirit moved him to say:

"When I was young, I went down the river up to Aranjuez..."
"I have a floater in my garage, indeed"
"That flamingo-shaped shit your ex used?"