viernes, 28 de septiembre de 2007
David
En los días que precedieron a su muerte, David había demostrado un amor a la vida superior o igual al del resto de los mortales de su edad: como ellos, perseguía frenéticamente a los insectos, y los despojaba de sus alas; deslizaba la mano entre las carnes de las adolescentes; miraba desafiante a quien trataba de ejercer su autoridad sobre él y demostraba a cualquiera su habilidad para robar bolígrafos, estuches, cuadernos, libros, mecheros, cigarrillos, móviles, revólveres. Quién le iba a decir que todo aquello no le valdría de nada para esquivar lo que empezó pareciendo un simple catarro y derivó en meningitis. De sus amigos, pocos le recuerdan; pero el resto de la clase todavía rememora las andanzas de aquel cabrón con pintas.
miércoles, 26 de septiembre de 2007
Los archivos secretos de la Inquisición
Gracias a mi nuevo PVR (Grabador Personal de Vídeo) he descubierto esta serie documental de la 2, que es muy eficaz a la hora de rellenar las horas de telebasura (esa es la función principal de un PVR, grabar programas espléndidos emitidos a horas en que vemos otra cosa, para poder ver "televisión inteligente" a horas de telebasura).
Sólo he visto un episodio, "La guerra contra las ideas". Y, la verdad, me ha decepcionado encontrar algunas omisiones.
Por un lado, se habla del interés de Roma por clonar en Italia la Inquisición Española. Es cierto que en el siglo XVI ésta (impulsada, curiosamente, por los reyes católicos, para garantizar que los conversos no recaían en el judaísmo) era la más activa, pero no hay que olvidar que a los Templarios, varios siglos antes, los había quemado el brazo secular tras su detención por la inquisición francesa, y que no sólo los católicos condenaban: a Servet lo condenaron los Calvinistas, y en Salem quemaron brujas...
Por otro, la mención del saco de Roma, que omitía un detalle que considero fundamental para comprender por qué me irrita lo anterior: los soldados tudescos que arrasaron la capital de los Estados Pontificios servían al mismo rey que reinaba en España.
Sólo he visto un episodio, "La guerra contra las ideas". Y, la verdad, me ha decepcionado encontrar algunas omisiones.
Por un lado, se habla del interés de Roma por clonar en Italia la Inquisición Española. Es cierto que en el siglo XVI ésta (impulsada, curiosamente, por los reyes católicos, para garantizar que los conversos no recaían en el judaísmo) era la más activa, pero no hay que olvidar que a los Templarios, varios siglos antes, los había quemado el brazo secular tras su detención por la inquisición francesa, y que no sólo los católicos condenaban: a Servet lo condenaron los Calvinistas, y en Salem quemaron brujas...
Por otro, la mención del saco de Roma, que omitía un detalle que considero fundamental para comprender por qué me irrita lo anterior: los soldados tudescos que arrasaron la capital de los Estados Pontificios servían al mismo rey que reinaba en España.
Myanmar / Birmania
La revolución en lo que fue el reino de Siam y cuyo nombre, tras el colonialismo británico, ha oscilado entre Birmania y Myanmar me ha recordado la reciente visita a ese país que, como turista, hizo mi madre.
Por eso sé que la prohibición de entrada a turistas no es una decisión reciente, como ha parecido insinuar el noticiero de mediodía de TVE1, sino una medida que se venía aplicando desde hace mucho tiempo (uno de los puntos básicos de la guía de viaje con que se documentó mi madre era, precisamente, la conveniencia de que los turistas vinculados a la profesión mencionasen una profesión distinta si eran interrogados en la aduana).
Y por eso sé también que el régimen dictatorial birmano, además de ser el más corrupto (según las últimas estadísticas), es asimismo uno de los más paranoides (superado, quizá, por Corea del Norte), y llega a la prohibición de la mención del nombre del presidente, un tabú que llamó poderosamente la atención de mi padre, que como historiador del arte tiene algunas nociones de antropología cultural.
Y es que, a diferencia de lo que sugiere las sagas de El Señor de los Anillos y Harry Potter, no siempre el Enemigo es el Innombrable: demasiado a menudo, debemos evitar también el nombre del Señor que se supone está a nuestro lado: pues el nombre indica posesión. A YHV sólo le podréis nombrar por sus iniciales.
Por eso sé que la prohibición de entrada a turistas no es una decisión reciente, como ha parecido insinuar el noticiero de mediodía de TVE1, sino una medida que se venía aplicando desde hace mucho tiempo (uno de los puntos básicos de la guía de viaje con que se documentó mi madre era, precisamente, la conveniencia de que los turistas vinculados a la profesión mencionasen una profesión distinta si eran interrogados en la aduana).
Y por eso sé también que el régimen dictatorial birmano, además de ser el más corrupto (según las últimas estadísticas), es asimismo uno de los más paranoides (superado, quizá, por Corea del Norte), y llega a la prohibición de la mención del nombre del presidente, un tabú que llamó poderosamente la atención de mi padre, que como historiador del arte tiene algunas nociones de antropología cultural.
Y es que, a diferencia de lo que sugiere las sagas de El Señor de los Anillos y Harry Potter, no siempre el Enemigo es el Innombrable: demasiado a menudo, debemos evitar también el nombre del Señor que se supone está a nuestro lado: pues el nombre indica posesión. A YHV sólo le podréis nombrar por sus iniciales.
domingo, 23 de septiembre de 2007
En busca del editor de video ideal...
Mi pimer video de simutrans lo he editado, como ya dije, con mplayer, cuya única capacidad de edición es el mismo sistema que se emplearía para "quitar los anuncios" de una película: una lista de escenas a eliminar.
Antes, había probado URL OpenVip, pero me echó para atrás que no pudiera reproducir la película (navegar fotograma a fotograma para buscar la parte que quiero cortar es incomodísimo). También probé Vivia, pero estaba buscando un programa que pudiera usar archivos MOV sin transformarlos primero a AVI.
Este fin de semana, para mi segundo tutorial, he probado t@b_zweistein, y, aunque parece que admite archivos MOV, daba problemas con los que yo utilizaba. Me resigné a convertir el archivo, pero aun así resultaba muy inestable.
Una vez convertido el archivo, he probado también Windows Movie Maker. Su mayor defecto reside en la pérdida de calidad de las secuencias de video recortadas (de las recortadas fuera de una "keyframe", supongo), así que no me sirve para eliminar las vacilaciones del ratón en el tutorial.
Así que me he decido a probar programas de linux. Creo que voy a comenzar por alguna de las distribuciones live que incluyen Cineterra, como las de Garbure, un grupo que prepara "equipos a medida" para la producción audiovisual y editorial. Echadle un vistazo a sus cinco distros:
Antes, había probado URL OpenVip, pero me echó para atrás que no pudiera reproducir la película (navegar fotograma a fotograma para buscar la parte que quiero cortar es incomodísimo). También probé Vivia, pero estaba buscando un programa que pudiera usar archivos MOV sin transformarlos primero a AVI.
Este fin de semana, para mi segundo tutorial, he probado t@b_zweistein, y, aunque parece que admite archivos MOV, daba problemas con los que yo utilizaba. Me resigné a convertir el archivo, pero aun así resultaba muy inestable.
Una vez convertido el archivo, he probado también Windows Movie Maker. Su mayor defecto reside en la pérdida de calidad de las secuencias de video recortadas (de las recortadas fuera de una "keyframe", supongo), así que no me sirve para eliminar las vacilaciones del ratón en el tutorial.
Así que me he decido a probar programas de linux. Creo que voy a comenzar por alguna de las distribuciones live que incluyen Cineterra, como las de Garbure, un grupo que prepara "equipos a medida" para la producción audiovisual y editorial. Echadle un vistazo a sus cinco distros:
- burek
- Distribución para performances y VJs
- galantine
- Distribución para la autoedición
- phở
- Distribución para la producción de vídeo
- ratatouille
- Distribución para producción de animaciones 2D y 3D
- rollmops
- Distribución para edición web
sábado, 22 de septiembre de 2007
Tutorial simutrans - 1.- Primeros pasos
(Edición 28/9/2007) AVISO: Está leyendo un artículo perteneciente a un blog. Es posible que haya artículos posteriores sobre el mismo tema. Pulse el enlace TRENES de la parte inferior para ver los artículos más recientes sobre Simutrans.
Un comentario en un artículo anterior sobre Simutrans, y el intercambio epistolar que le siguió, me animaron a hacer una serie de tutoriales sobre dicho juego. Veréis diversos fallos técnicos achacables a mis objeciones contra el uso de versiones pirateadas de programas populares (así, he usado un programa opensource, krut, para capturar pantallas y, después de varios experimentos, he decidido usar mplayer para montar las imágenes, pues el resto de programas que soportaban archivos MOV se colgaban cuando dicho archivo no cumplía el requisito (en principio, propio de los AVI) de tener una anchura múltiplo de 16, y tampoco ayudaban mucho a la hora de añadir unos subtítulos).
Respecto del contenido del vídeo, se reduce a enseñar dos o tres aspectos básicos del juego a los que se dedican páginas, pero ninguna explicación, en la versión española del tutorial oficial.
1) Para encontrar una cadena industrial: seleccionar el icono de mapa y pulsar el icono "flecha derecha" en el borde del mapa para que aparezca la leyenda. A continuación, pulsar en el botón "Fábricas".
2) Para hacer una estación hay que tener en cuenta que Simutrans 88.x distingue entre paradas de pasajeros y paradas de mercancías, no sólo en los transportes por carretera sino también en trenes y otros (creo que Simutrans 99.x, la versión "inestable", distingue también estaciones para cada tipo de mercancía, al estilo Railroad Tycoon).
3) Conviene añadir coches de pasajeros para llevar empleados a las industrias (a la vez que se lleva mercancía). Además, así podemos crear una pequeña red de transporte de pasajeros que ya ampliaremos cuando pongamos vías dobles o dedicadas exclusivamente al transporte de viajeros.
He grabado unas capturas para hacer un segundo tutorial, sobre señales, pero el tamaño del archivo resultante (dos capturas de 900 megas y una de 100) me aterra.
Un comentario en un artículo anterior sobre Simutrans, y el intercambio epistolar que le siguió, me animaron a hacer una serie de tutoriales sobre dicho juego. Veréis diversos fallos técnicos achacables a mis objeciones contra el uso de versiones pirateadas de programas populares (así, he usado un programa opensource, krut, para capturar pantallas y, después de varios experimentos, he decidido usar mplayer para montar las imágenes, pues el resto de programas que soportaban archivos MOV se colgaban cuando dicho archivo no cumplía el requisito (en principio, propio de los AVI) de tener una anchura múltiplo de 16, y tampoco ayudaban mucho a la hora de añadir unos subtítulos).
Respecto del contenido del vídeo, se reduce a enseñar dos o tres aspectos básicos del juego a los que se dedican páginas, pero ninguna explicación, en la versión española del tutorial oficial.
1) Para encontrar una cadena industrial: seleccionar el icono de mapa y pulsar el icono "flecha derecha" en el borde del mapa para que aparezca la leyenda. A continuación, pulsar en el botón "Fábricas".
2) Para hacer una estación hay que tener en cuenta que Simutrans 88.x distingue entre paradas de pasajeros y paradas de mercancías, no sólo en los transportes por carretera sino también en trenes y otros (creo que Simutrans 99.x, la versión "inestable", distingue también estaciones para cada tipo de mercancía, al estilo Railroad Tycoon).
3) Conviene añadir coches de pasajeros para llevar empleados a las industrias (a la vez que se lleva mercancía). Además, así podemos crear una pequeña red de transporte de pasajeros que ya ampliaremos cuando pongamos vías dobles o dedicadas exclusivamente al transporte de viajeros.
He grabado unas capturas para hacer un segundo tutorial, sobre señales, pero el tamaño del archivo resultante (dos capturas de 900 megas y una de 100) me aterra.
lunes, 17 de septiembre de 2007
Lo fatal
Últimamente no sé qué me pasa que no doy pie con bola. Comenzó la cosa en la semana del 3 al 10, laboralmente llena de tareas absurdas (por ejemplo, recorrer diversas estancias del instituto para comprobar que una alumna aprobada en junio a la que, según el ordenador, le faltaba la nota de septiembre figuraba efectivamente como aprobada, tanto en las actas como en el mismo ordenador). Tuvo un punto culminante el miércoles pasado, en que no sólo se averió mi ordenador (que al fin y al cabo estaba en garantía), sino que comenzaron a morir en masa los periquitos a causa del tratamiento contra la enfermedad que había matado al canario —postdata, si compráis aves a personas de confianza, tomad más precauciones que si lo hacéis en una tienda—. Sí, Juan: el famoso pintadito está muerto.
Y ha tenido la puntilla hoy a las dos de la tarde, cuando, tras preparar la comida y poner la mesa, he ido a coger la jarra de agua y ha caído todo el estante correspondiente de la nevera, dejando mi micrococina hecha un estanque.
Ansioso estoy de conocer qué me depara el futuro inmediato. De momento, ya sospecho que el ordenador de mi amiguete Alberto, al que tengo que echarle un vistazo esta tarde, estará irremediablemente averiado.
Y ha tenido la puntilla hoy a las dos de la tarde, cuando, tras preparar la comida y poner la mesa, he ido a coger la jarra de agua y ha caído todo el estante correspondiente de la nevera, dejando mi micrococina hecha un estanque.
Ansioso estoy de conocer qué me depara el futuro inmediato. De momento, ya sospecho que el ordenador de mi amiguete Alberto, al que tengo que echarle un vistazo esta tarde, estará irremediablemente averiado.
viernes, 7 de septiembre de 2007
Actualizaciones...
Suelo resistirme a mostrar descaradamente la dirección de mi página web básica, la que uso para almacenar archivos, relatos de adolescencia, programas escritos en lenguajes obsoletos e información similar. Sin embargo, me gustaría avisaros de dos actualizaciones que he colgado allí.
En primer lugar, un juego de tipos de letra para MS-DOS que he rescatado del cajón del olvido y actualizado para que funcionen en linux (en modo consola; espero poder adaptarlos a Xwindows en un futuro próximo).
En segundo lugar, la versión definitiva (debería serlo, pero writely/google docs sigue cargándose los formatos de espaciado de OpenOffice) de Reality Show, aquel guión que escribí para Script Frenzy. Versión definitiva... por el momento, pues voy encontrando nuevas erratas a cada paso.
Aquí va la dirección, para aquellos que no queráis molestaros en usar google para encontrarla: http://www.terra.es/personal/jgmoyay
En primer lugar, un juego de tipos de letra para MS-DOS que he rescatado del cajón del olvido y actualizado para que funcionen en linux (en modo consola; espero poder adaptarlos a Xwindows en un futuro próximo).
En segundo lugar, la versión definitiva (debería serlo, pero writely/google docs sigue cargándose los formatos de espaciado de OpenOffice) de Reality Show, aquel guión que escribí para Script Frenzy. Versión definitiva... por el momento, pues voy encontrando nuevas erratas a cada paso.
Aquí va la dirección, para aquellos que no queráis molestaros en usar google para encontrarla: http://www.terra.es/personal/jgmoyay
lunes, 3 de septiembre de 2007
Faltan vocablos españoles para la traducción de diversas clases de "seiche", y ola, oleada, oleaje, no son adecuados al concepto. Rebalaje o remolino parece apropiado para las aguas, torbellino para el viento. Raz de marea, aun debido a un ciclón o volcán submarino es maremoto o maretazo ("raz"en bretón es corriente), "déferlement" reventazón.
(Esteban Terradas: Neologismos, arcaísmos y sinónimos en plática de ingenieros, S. Aguirre (Madrid), 1946)
Según Marcelino, y a pesar de Terradas y del Corda, que trae este párrafo como primera aparición de la voz "maremoto", sí existía un vocablo adecuado, pero perdido hoy en día. Se trata de Superunda, utilizado para designar una ola aparecida en el terremoto de lima de 1746, y el título concedido al riojano José Antonio Manso de Velasco, que reconstruyó Lima tras el sismo (por cierto, DRAE remite a sismo desde seísmo y viceversa: ¿Cuál será la voz preferida?). Según otros, "Superunda" sólo quiere decir "sobre las olas", aludiendo a la reedificación de la misma ciudad.
Habría que leer la ejecutoria de nobleza para comprobar si el término está utilizado en un sentido o en otro. Pero... me da tanta pereza usar el motor de búsqueda de archivos históricos del Ministerio de Cultura, incluso ahora que no es tan incómodo como el antiguo AER, que dejaré esa tarea para otra persona. En cualquier caso, ahora nadie usa maremoto, ni maretazo, ni superunda. Tsunami es la voz que triunfa.
(Esteban Terradas: Neologismos, arcaísmos y sinónimos en plática de ingenieros, S. Aguirre (Madrid), 1946)
Según Marcelino, y a pesar de Terradas y del Corda, que trae este párrafo como primera aparición de la voz "maremoto", sí existía un vocablo adecuado, pero perdido hoy en día. Se trata de Superunda, utilizado para designar una ola aparecida en el terremoto de lima de 1746, y el título concedido al riojano José Antonio Manso de Velasco, que reconstruyó Lima tras el sismo (por cierto, DRAE remite a sismo desde seísmo y viceversa: ¿Cuál será la voz preferida?). Según otros, "Superunda" sólo quiere decir "sobre las olas", aludiendo a la reedificación de la misma ciudad.
Habría que leer la ejecutoria de nobleza para comprobar si el término está utilizado en un sentido o en otro. Pero... me da tanta pereza usar el motor de búsqueda de archivos históricos del Ministerio de Cultura, incluso ahora que no es tan incómodo como el antiguo AER, que dejaré esa tarea para otra persona. En cualquier caso, ahora nadie usa maremoto, ni maretazo, ni superunda. Tsunami es la voz que triunfa.
Viaje en automóvil
Os juro que dijo a las siete y media. Yo, desesperado porque las siete ya me parecía muy tarde, no creo que fuera a inventarme aquella hora. Pero el caso es que, cuando estaba agotando mis recursos para perder el tiempo, vinieron a avisarme de que me estaban esperando desde las siete menos cuarto. ¡Imagináos, con lo que me molesta molestar a la gente! Llegué tan agobiado que me embutí de cualquier manera en el vehículo, dispuesto a ir completamente apretado; y no porque el conductor no insistiera en dejarme más espacio. Al final, cedí, lo que redundó en mi comodidad.
Al cabo de un rato, descubrí al perrito. No sabría decir la raza; tenía el pelo canelo, los ojos de un verde maravilloso y el tamaño menudo y alargado de los animales criados para invadir madrigueras. Y en una madriguera estaba, a los pies del asiento, hasta que sacó la cabeza para saludar. El problema es que al final consiguió llegar hasta mi asiento y, aunque tras hacerle mimos un rato lo deposité de nuevo en su sitio, durante el viaje se volvió a zafar, para irritación del dueño —imagínate, si lo ve la Guardia Civil.
Pero lo mejor del viaje no fue el animalillo, sino la conversación que —gracias a la precaria recepción radiofónica en los Cameros— sostuvieron piloto y copiloto. Rafael habando de las aventuras de su bisabuelo el polizón y Marcelino respondiendo con diversos casos de fortunas creadas por hombres desde la pobreza y adversidades acaecidas a diversos ricos de pueblo, en diversos tiempos y lugares. De una conversación anterior, había deducido erróneamente que el padre de uno de mis lectores estimaba grandemente los títulos y otras supercherías; por eso me resultó curioso el desdén con que trataba a quienes se enorgullecían de pertenecer al Solar de Tejada, a Valdeosera o al Capítulo de Valvanera. La incógnita fue aclarada por un comentario posterior, que me sugirió que quizá quien esto decía no había fatigado bibliotecas y archivos por decisión propia, sino siguiendo un impulso externo. "Imagínate, que fulano me habla del linaje de su familia, y resulta que está emparentada con la mía". Pues sí, como sugería otra de las anécdotas, traída a colación esta vez por Rafa, hay mucho gilipollas en el mundo.
Al cabo de un rato, descubrí al perrito. No sabría decir la raza; tenía el pelo canelo, los ojos de un verde maravilloso y el tamaño menudo y alargado de los animales criados para invadir madrigueras. Y en una madriguera estaba, a los pies del asiento, hasta que sacó la cabeza para saludar. El problema es que al final consiguió llegar hasta mi asiento y, aunque tras hacerle mimos un rato lo deposité de nuevo en su sitio, durante el viaje se volvió a zafar, para irritación del dueño —imagínate, si lo ve la Guardia Civil.
Pero lo mejor del viaje no fue el animalillo, sino la conversación que —gracias a la precaria recepción radiofónica en los Cameros— sostuvieron piloto y copiloto. Rafael habando de las aventuras de su bisabuelo el polizón y Marcelino respondiendo con diversos casos de fortunas creadas por hombres desde la pobreza y adversidades acaecidas a diversos ricos de pueblo, en diversos tiempos y lugares. De una conversación anterior, había deducido erróneamente que el padre de uno de mis lectores estimaba grandemente los títulos y otras supercherías; por eso me resultó curioso el desdén con que trataba a quienes se enorgullecían de pertenecer al Solar de Tejada, a Valdeosera o al Capítulo de Valvanera. La incógnita fue aclarada por un comentario posterior, que me sugirió que quizá quien esto decía no había fatigado bibliotecas y archivos por decisión propia, sino siguiendo un impulso externo. "Imagínate, que fulano me habla del linaje de su familia, y resulta que está emparentada con la mía". Pues sí, como sugería otra de las anécdotas, traída a colación esta vez por Rafa, hay mucho gilipollas en el mundo.
Olas
Tras varios días nublados, el calor llegó en esta semana que suele ser fría. Y el pronóstico del tiempo estaba con nosotros, así que nos conjuramos para salir a primera hora de la mañana.
Por fin, después de semanas esperando que nos moviéramos, decidimos acercarnos hasta Zarauz y hacer un poco de surf. En realidad, el surf lo hicieron los demás, porque bastante patoso soy yo sobre tierra firme como para luchar por mantener el equilibrio sobre una tabla, pero estuvo bien contemplar las evoluciones de los amiguetes.
A mediodía, la subida de la marea ocultó la playa, y un aviso de galerna desanimó a los surferos del grupo. El cielo repentinamente cubierto tras un día de intenso calor nos permitió contemplar a gusto las olas desde el malecón mientras nos decidíamos a salir. Pero no era aquel el último espectáculo del día.
Al pasar por Navarra de vuelta hacia la Rioja, el sol colgaba enorme proyectando su halo entre las nubes. La tormenta estalló furiosa y pudimos dejarla atrás, encerrada tras las montañas, al escabullirnos por un túnel. En la sierra de Cameros, una de las noches más benignas del año nos dio un poco de tregua a Nico y a mí, mientras los demás, agotados, dormían.
[Este artículo se publica el 3 de septiembre de 2008, pero le pongo la fecha correspondiente al día del que habla]
Por fin, después de semanas esperando que nos moviéramos, decidimos acercarnos hasta Zarauz y hacer un poco de surf. En realidad, el surf lo hicieron los demás, porque bastante patoso soy yo sobre tierra firme como para luchar por mantener el equilibrio sobre una tabla, pero estuvo bien contemplar las evoluciones de los amiguetes.
A mediodía, la subida de la marea ocultó la playa, y un aviso de galerna desanimó a los surferos del grupo. El cielo repentinamente cubierto tras un día de intenso calor nos permitió contemplar a gusto las olas desde el malecón mientras nos decidíamos a salir. Pero no era aquel el último espectáculo del día.
Al pasar por Navarra de vuelta hacia la Rioja, el sol colgaba enorme proyectando su halo entre las nubes. La tormenta estalló furiosa y pudimos dejarla atrás, encerrada tras las montañas, al escabullirnos por un túnel. En la sierra de Cameros, una de las noches más benignas del año nos dio un poco de tregua a Nico y a mí, mientras los demás, agotados, dormían.
[Este artículo se publica el 3 de septiembre de 2008, pero le pongo la fecha correspondiente al día del que habla]
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