Es curioso lo que ocurre con el tamaño de los discos duros. Un procesador de textos (entendámonos: no un programa multifunción como emacs, word u openoffice, sino un procesador de textos que sólo sirva para escribir) no debería ocupar una gran cantidad de espacio, y una novela de 300 páginas en formato ASCII cabe en un disquete de 1,44 mb, menos de lo que ocupa una pequeña ley en formato PDF. Sin embargo, nuestra manía de usar imágenes y sonido, el desarrollo de aplicaciones cada vez más complejas (que en muchos casos añaden funciones inútiles, como la posibilidad de dictar texto pero sólo en inglés en una aplicación dirigida al mercado hispanohablante), y el afán por almacenar videos y todo tipo de multimedia pueden agotar vertiginosamente el espacio de un disco duro.
Recuerdo mi emoción cuando incorporé el primer disco de 500 megas a mi 486. ¡500 megas de juegos! Tardé bastante en rellenarlo, hasta que llegaron Windows 95 y los juegos diseñados específicamente para CD-ROM. Ahora, acabo de comprobar estoicamente cómo se ha llenado un disco casi mil veces mayor, de 400 gigas, insertado en mi grabador de televisión digital, cualquiera de cuyas grabaciones es cuatro veces mayor que el espacio que, hace quince años, me parecía tan grande.
Esperaba no tener que hacer operaciones de mantenimiento hasta julio, mes en el que tendría gran cantidad de tiempo libre para eliminar anuncios, pasar grabaciones a CD-ROM y decidir qué capítulos de las series mantener en el disco y cuáles borrar por repetidos o defectuosos. Ahora sólo me queda la disyuntiva de eliminar elementos superfluos (por ejemplo, una serie documental cuyos episodios, emitidos a las mil, todavía no he visto) o abandonar mi manía de grabar automáticamente las series y verlas días después de su emisión original.
2 comentarios:
Un consejo inocente: ¿Has pensado, en lugar de grabarte las series con anuncios, en bajarte los capítulos límpios de internet? Es lo que hace mi amante esposa con la única serie que intenta seguir.
Yo como he desistido de intentar seguir nada en la tele...
Prueba en tusseries.com
Un abrazo.
A todo esto, yo iba a comentar sobre otra cosa. Se nota que soy bastante mayor que tú... tú recuerdas emocionado tus 500 megas en tu 486... pero yo era el rey del mambo cuando en una revista me tocó una unidad de disco extraíble que traía uno de regalo de ¡¡¡150 megas!!!, lo cual enchufado a mi 386 a 40 MHz convertían mi cuarto poco menos que en la NASA para el resto de mis amigos.
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