Absurda la propuesta de cobrar al receptor por las llamadas, que ya se probó en el mercado español con las tarifas internacionales.
Hay panolis, sí, que son capaces de valorar la medida: se trata de esos getas que llaman mucho, y a quienes les suele molestar que tú te limites al correo electrónico. Para muchos de estos, hace tiempo que funcionan servicios como SMS.ac: el emisor reparte los gastos del mensaje con el receptor, con lo que le parece baratísimo un mensaje por el que le cobran, en realidad, un congo.
Y del mismo modo que en estos servicios de mensajes, en un hipotético sistema de copago de llamadas los principales peligros vienen de las comunicaciones no deseadas...
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