domingo, 21 de mayo de 2006
Debería hacer tantas cosas...
Debería hacer tantas cosas... Y, sin embargo, estoy tan aburrido... Quizá porque, de las cosas que debo hacer, ninguna me parece que valga la pena. Como corregir unos trabajos que ya he hojeado y están bastante mal —culpa mía, por mandarles algo tan complicado—, o como pensar en qué malgastar la hora de Alternativa de mañana... Porque, haga lo que haga en esa hora, será malgastar el tiempo. ¿A quién se le habrá ocurrido obligar a los alumnos a soportar al profesor durante una hora semanal de una asignatura que no es evaluable? Dioooss, cómo me alegro de que la LOE suprima la religión.
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