Si es cierto, como afirma repetidamente la derecha, que sólo cuando las reformas las hacen sus gobiernos producen conflictividad los sindicatos, entonces el votante de derechas debería apoyar al PSOE, y al PP el de izquierdas, para que en el primer caso el liberalismo económico se presente como un mal necesario contra el que no puede oponerse la fuerza de las siglas y, en el segundo, como una hidra de siete cabezas que sólo una huelga salvaje puede cortar y cauterizar a tiempo.
Otra cosa es que se quiera un cambio de caras y de nombres. Sin embargo, por lo que han dado a conocer los que ya tocan la victoria con sus dedos, también ellos premiarán a malos gestores con carisma y dejarán de lado a hombres grises que han sabido evitar la catástrofe económica en sus ciudades y regiones. Es el sino de la política en democracia: no valorar la política, sino la cara.
Páginas especiales
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lunes, 24 de octubre de 2011
Otoño, por fin
Con un mes de retraso, después de cuatro gotas en la noche del domingo, por fin llega a Madrid el otoño. Cumplo el ritual de buscar chubasquero y paraguas, olvidados en sus nidos de verano, y salgo a la calle con una mezcla de ansiedad y temor. Recibo la lluvia como un bálsamo. El aire purificado irrumpe en mis pulmones con un olor a limpio. Es otoño, por fin, el 22 de octubre.
miércoles, 12 de octubre de 2011
Movilizaciones, mentiras y cintas de vídeo (5)
Mentira nº 5: “Lo de las afines no es cierto”.
En un programa de Intereconomía, la Consejera de Educación puso este ejemplo para definir las afines: “Es como si un profesor de Lengua da Literatura”. Eso dice mucho de quien gestiona la educación madrileña, porque indica que no se ha leído el decreto de currículo de secundaria. Un funcionario profesor de secundaria aprende, bien en la preparación de las oposiciones, bien en su curso de prácticas como funcionario, los rudimentos del currículo de otros niveles. Aprende, por ejemplo, que en primaria se imparte “Conocimiento del Medio”, o la evolución de los objetivos de su asignatura a través de las distintas etapas educativas. Pues bien: su jefa suprema no sabe que desde 1990 no existen la asignatura de Literatura (española) ni de Lengua (española): lo que existe es una sola asignatura, Lengua Castellana y Literatura. Resulta increíble que la superior no deba conocer lo que sí aprenden sus subordinados.
Afines son asignaturas que por su cercanía pueden ser impartidas por el mismo profesor. Por ejemplo, yo, como profesor de lengua Castellana y Literatura, puedo impartir (y de hecho imparto) el Ámbito Sociolingüístico, asignatura que también podría ser impartida por un profesor de Sociales (como de hecho sucede también en mi centro). Durante reforma del sistema educativo en 1990, uno de los caballos de batalla de los colegios profesionales fue la definición de las diversas afinidades: si los de Griego podían impartir Latín pero no a la inversa, si la Ética pasaba en exclusiva a Filosofía o podía ser impartida por el departamento de Ciencias Sociales...
Y resulta que con el paso de los años las barreras de la afinidad se han ido diluyendo, y por necesidades de los centros se ofrecen plazas de asignaturas muy distintas al mismo profesor, olvidando que existe un proceso denominado habilitación por el que el profesor de una especialidad puede adquirir otra a través de la superación de unas oposiciones. Quizá Fulano, del departamento de Lengua, sepa mucho Francés, pero si no está habilitado para esa asignatura no debería ofrecérsele que la imparta. Obviamente, ante la disyuntiva entre quedarse en el mismo centro impartiendo Francés o desplazarse a un centro situado a 100 Km y con transporte público deficiente se resignará a aceptar la primera opción.
En estos días se ha ido recogiendo una lista de personas impartiendo asignaturas no afines como si lo fueran. Dicha lista se puede consultar en:
http://www.docentesconeducacion.es/viewtopic.php?f=2&t=180
Lo más curioso de todo es algo que no se está diciendo: que a pesar de lo que dice Lucía Fígar, a los profesores de Lengua Inglesa sí se les está exigiendo una habilitación especial para impartir Literatura Anglosajona (Inglés Avanzado), y no es óbice para ello la presencia de cuestiones relacionadas con la Literatura Inglesa en el examen de oposiciones que previamente han debido superar.
Vídeo n.º 5
(traducción libre de "La ley del silencio").
martes, 11 de octubre de 2011
Movilizaciones, mentiras y cintas de vídeo (4)
Mentira n.º 4: “Esto es por dos horas”.
El punto anterior nos lleva al aspecto más polémico. Lo que ha molestado a los profesores, dicen los medios, es que trabajaban 18 horas y ahora trabajarán 20. Eso no es del todo cierto.
Por un lado, esas horas son horas lectivas. Recordemos que los presentadores del telediario no trabajan sólo la hora y media que salen en pantalla, tres cuartos de hora al mediodía y otros tres cuartos por la noche. Un abogado no factura sólo las horas que ha estado hablando con su cliente o compareciendo ante un juzgado. Del mismo modo, un profesor no trabaja sólo las dieciocho, diecinueve, veinte o veintiuna horas que imparte docencia directa ante un grupo de alumnos, sino que luego tiene que vigilar pasillos, llamar a padres, asistir a reuniones semanales, corregir, preparar clases, etcétera.
Por un lado, el sistema era antes flexible. Los institutos procuraban que cada profesor impartiese el mínimo legal de horas de clase, siempre que eso permitiera que el departamento cubriese todas sus necesidades sin tener que recurrir a la contratación de más profesores. Conozco a compañeros que no dudaron en impartir 21 horas (el máximo legal) para poder hacer desdobles o apoyos en el aula.
Por otro, en el curso anterior aumentó enormemente el número de centros en que los compañeros impartían 21 horas, pero esto se hizo con un procedimiento distinto al actual: la estimación, centro por centro, del número de profesores necesario.
Ahora, la medida se ha tomado en sentido inverso. Es más fácil aumentar el número de horas a todos los profesores que hacer una optimización de recursos centro a centro. Pero la vía fácil acarrea consecuencias inesperadas, como la necesidad de hacer escoger a funcionarios de carrera entre cobrar medio sueldo en un puesto de trabajo a media jornada o quedarse en su casa cobrando el sueldo entero pero renunciando al complemento de destino.
Y esta medida, además, ha generado una inseguridad jurídica, pues en las instrucciones de comienzo de curso no se dice qué hacer con las reducciones de jornada que por ley deben disfrutar aquellos que impartan más de 18 horas de clase. Porque lo que no han dicho Lucía Figar y Esperanza Aguirre es que si tenemos más horas de clase, estaremos menos tiempo en el centro de trabajo. La letra de la ley y diversas sentencias judiciales dicen que debe ser una reducción de 4 horas (es decir, trabajar 33.5 horas en lugar de 37.5, 33.5 en el centro de trabajo), mientras que la interpretación que se está haciendo llegar de manera no escrita a los centros aboga por una reducción de 2 horas (de 37.5 a 35.5, 25 de ellas en el centro de trabajo). Puesto que la primera interpretación dejaría a los centros sin personal para cubrir ausencias del profesorado y vigilar pasillos, muchos directores están acogiéndose a la segunda, pero se arriesgan a reclamaciones masivas.
Vídeo n.º 4
(En realidad, es una presentación)
lunes, 10 de octubre de 2011
Movilizaciones, mentiras y cintas de vídeo (3)
Mentira n.º 3: “Os van a subir el sueldo”.
Es cierto que Esperanza Aguirre ha prometido un aumento del sueldo para los profesores con cargos de responsabilidad (tutores, jefes de departamento, coordinadores, jefes de estudios, directores). Pero ese aumento del sueldo va parejo a un aumento de las horas lectivas que supone que estos profesores van a tener que desarrollar de mala manera labores que antes realizaban con más tiempo y calma.
Por ejemplo, el coordinador TIC, que es la persona que en cada centro se preocupa de los medios audiovisuales e informáticos, tenía antes unas horas de reducción que empleaba en atender a profesores con problemas informáticos (por ejemplo, problemas para introducir faltas de asistencia en el sistema del centro), revisar los ordenadores de las aulas de informática, arreglar aquellos ordenadores que no tuvieran contrato de mantenimiento (básicamente: los usados de modo exclusivo por profesores), investigar problemas en los carritos de audiovisuales...Toda esta labor debe realizarla ahora por las tardes, con lo que no le quedan muchos ánimos para atender a profesores por las mañanas. Me han informado de algún centro cuyo coordinador TIC ha dimitido; en el mío no lo ha hecho, pero se siente profundamente engañado, dado que aceptó el cargo un mes antes de las nuevas instrucciones.
Es cierto que Esperanza Aguirre ha prometido un aumento del sueldo para los profesores con cargos de responsabilidad (tutores, jefes de departamento, coordinadores, jefes de estudios, directores). Pero ese aumento del sueldo va parejo a un aumento de las horas lectivas que supone que estos profesores van a tener que desarrollar de mala manera labores que antes realizaban con más tiempo y calma.
Por ejemplo, el coordinador TIC, que es la persona que en cada centro se preocupa de los medios audiovisuales e informáticos, tenía antes unas horas de reducción que empleaba en atender a profesores con problemas informáticos (por ejemplo, problemas para introducir faltas de asistencia en el sistema del centro), revisar los ordenadores de las aulas de informática, arreglar aquellos ordenadores que no tuvieran contrato de mantenimiento (básicamente: los usados de modo exclusivo por profesores), investigar problemas en los carritos de audiovisuales...Toda esta labor debe realizarla ahora por las tardes, con lo que no le quedan muchos ánimos para atender a profesores por las mañanas. Me han informado de algún centro cuyo coordinador TIC ha dimitido; en el mío no lo ha hecho, pero se siente profundamente engañado, dado que aceptó el cargo un mes antes de las nuevas instrucciones.
Vídeo n.º 3
domingo, 9 de octubre de 2011
Movilizaciones, mentiras y cintas de video (2)
Mentira n.º 2: “No os manifestasteis contra la bajada de sueldo que os hizo Zapatero”.
Muchos de nosotros nos manifestamos contra esa medida. Yo me manifesté. Que sólo estuviéramos profesores, bomberos, administrativos y algún policía y no se hicieran ver, por ejemplo, los profesionales de la sanidad fue, de una parte, un error. Que Esperanza Aguirre y Rajoy se sintieran atacados y Zapatero, por el contrario, respaldado fue, de otra, un misterio. Allá cada cual con sus neurastenias: no puedo culparme por delirios de grandeza o manías persecutorias ajenas a mi propia personalidad. El caso es que quienes hicieron campaña contra aquella manifestación lamentan ahora, un año después, no haberse subido al carro.
Vídeo n.º 2
Juventud Sin Futuro - Ellos y nosotros. por JuventudSinFuturo
sábado, 8 de octubre de 2011
Movilizaciones, mentiras y cintas de vídeo (1)
No he querido hasta el momento analizar en el Blog el movimiento reivindicativo de la Educación Pública de Madrid, y he preferido limitarme a pasar diversas informaciones en mi facebook o por correo electrónico. Sin embargo, debido a que creo que la fortaleza del enemigo externo y las tensiones de la división interna están poniendo en peligro algo muy grande, he querido escribir este pequeño artículo dejando claras ciertas ideas.
No es un movimiento contra el PP. Es un movimiento contra la Consejería de Educación de Madrid, que resulta estar en manos del PP. Desde las primeras asambleas, este mes de julio, han participado en él sindicatos de izquierdas y de derechas, aunque estos últimos no estén haciéndose tan visibles en los medios. De hecho, si hay aspectos de la política educativa del PP que no nos gustan por ser “de derechas” (por ejemplo, los apoyos a la escolarización en centros privados), también hay otros que no nos gustan por ser “de izquierdas.” Por ejemplo, la no homologación de cursos que no hayan sido impartidos por la propia Consejería de Educación, aspecto que atenta contra el principio de libre empresa.
Mentira n.º 1: “Es un movimiento contra el PP”.
No es un movimiento contra el PP. Es un movimiento contra la Consejería de Educación de Madrid, que resulta estar en manos del PP. Desde las primeras asambleas, este mes de julio, han participado en él sindicatos de izquierdas y de derechas, aunque estos últimos no estén haciéndose tan visibles en los medios. De hecho, si hay aspectos de la política educativa del PP que no nos gustan por ser “de derechas” (por ejemplo, los apoyos a la escolarización en centros privados), también hay otros que no nos gustan por ser “de izquierdas.” Por ejemplo, la no homologación de cursos que no hayan sido impartidos por la propia Consejería de Educación, aspecto que atenta contra el principio de libre empresa.