Páginas especiales

lunes, 13 de octubre de 2008

Resfriado

Llevo resfriado desde hace semanas, pero sólo últimamente se ha puesto la cosa mal. Hasta tal punto que el miércoles, después de arrastrarme como un yonki a la farmacia de Atocha y comprar el fármaco para la garganta más fuerte, acabé durmiendo en casa de mis padres, de donde aún no me he movido.

El jueves me arrastré durante las evaluaciones iniciales e hice lo peor que en ese caso se puede hacer: olvidar el bolígrafo. El viernes controlé la situación a base de fotocopias que, en un momento de lucidez, había preparado el día anterior. Aun así tuve follón con un grupo que solía ser bueno. Esa tarde tomé café y no tuve necesidad, como los días anteriores, de echar un par de horas de siesta. Además, la garganta me había dejado de doler. Pero me tentaron con ir a una cena y, aunque no probé ni gota de alcohol ni fui luego a ningún bar, estuve despierto hasta tarde.

A causa de lo cual, el día siguiente tuve que dormir siesta. Y como la había dormido, tuve fuerzas suficientes para ir a otra cena. Esta vez me permití unas copas de vino.

El domingo estaba destrozado, sobre todo por la tarde. Imposible corregir todo lo que tenía pendiente, pero aun así le eché valor. En cualquier caso fui incapaz de reunir la lucidez suficiente como para preparar una actividad que tenía prometida a mis tutorandos.

Y hoy estoy peor todavía: me ha vuelto el dolor de garganta, mi nariz es un grifo abierto, mis oídos están taponados y, lo que es peor, mi cerebro no rige. Mis clases de bachillerato de hoy han sido lamentables. A mi padre le he empezado a explicar un tema lingüístico en estado berserk (como hice con un amigo este verano). Y creo que vuelvo a tener fiebre, como el miércoles.

Pero he sido tan tonto como para confirmar, justo antes de salir del trabajo, una cita con una madre para mañana.
Dios. ¿Es que nunca voy a aprender?

4 comentarios:

  1. YO me resfríe nada más llegar de Túnez, no sé si fue el cambio de clima, o que mi cuerpo me decía "Volvamos a Africa"... Tras una cada de Frenadol HOt y bastantes leches con coñac y/o huevo... queda algo de
    moquillo, pero sobrevivo.
    MEJORATEEEEEEEEEEEE.

    ResponderEliminar
  2. Sé que no viene a cuento pero aquí te dejo un enlace que puede resultarte interesante.

    Espero que haya pasado el resfriado.

    Un abrazo.
    Diego.

    www.heducacion.com

    ResponderEliminar
  3. Por obcecarme en ir al curro, al final me quedé ronco. El médico me recetó mucha vitamina A (ya estaba tomando, pero en menos dosis), un analgésico brutal y tres días sin hablar.
    Aunque anteayer no notaba dolor de cabeza, ayer me encontraba en un estado lamentable y me pasé el día en la cama. Hoy ya me siento un poco mejor, aunque mi voz sigue mal...

    ResponderEliminar

Me gustaría conocer tus comentarios sobre mis artículos, y también si las soluciones que publico de vez en cuando te funcionan o no. Por supuesto que puedes contarme cualquier otra cosa, siempre y cuando lo hagas de forma respetuosa hacia todo el mundo.