Verano...

Uno siempre hace planes para el verano. Muchos planes. Demasiados, probablemente. Y luego la realidad le hace echarse para atrás.

Si últimamente no actualizo demasiado, es porque estoy atendiendo a algunos de esos planes, como actualizar apuntes o tratar de meter algún contenido en la página de los amiguetes del verano. Sin embargo, hay muchos planes a los que debería atender con más prioridad, y a los que no estoy haciendo ningún caso: poner al día las traducciones de Xoops, preparar o mejorar apuntes mecanografiados por si el próximo año vuelvo a ejercer en un 2º de bachillerato (que espero que no), o continuar alguno de los proyectos de nanowrimo. Oh, dios, qué pereza. Se nota que es verano.

Por si esto fuera poco, estoy poniéndome al día con la casa, y descubriendo que a veces ese armario escobero de mierda que estorba para meter la nevera está aferrado a la pared como si fuera una bitácora, o que no es bueno que la caldera/calentador huela a gas cuando se enciende...

Debería llamar para que lo revisen, pero, Diooosss, ¡qué pereza! ¿Me lavo de momento con agua fría y espero a volver de vacaciones? Mmmmm... Sospecho que, mejor, tratar de que lo arreglen antes de que llegue el invierno.