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domingo, 9 de octubre de 2005

El crimen de la maternidad.

No, no voy a ponerme a gritar contra los insensatos padres de mis clientes: al fin y al cabo, gracias a ellos tengo con qué ganarme el pan. En cambio, comentaré un proyecto de ley en el estado de Indiana (EE.UU.), que pretende evitar que las madres solteras (¡y a veces homosexuales, para más indignación de los ciudadanos honestos!) puedan alcanzar la maternidad a través de la fecundación in vitro (así sabremos que si una mujer tiene un hijo sin casarse, es efectivamente una pecadora).

He sabido del asunto a través de News Of the Wolf, que obtuvo la noticia de Journal Gazette y de Booman Tribune. Parece ser que cada mujer que desee ser objeto de fecundación in vitro debe obtener un permiso de paternidad en el juzgado local. Sólo las parejas casadas podrán obtener el Certificado de gestación. Otro requisito necesario para obtenerlo será pasar el mismo proceso que siguen los candidatos para adopción de niños.

Quienes, a sabiendas, participasen en un proceso de reproducción sin poseer el debido certificado, cometerán un delito de "reproducción no autorizada". ¡Toma ya, Gattaca!

La feliz idea ha partido de la senadora Paticia Miller, que sospechamos ha devorado cientos de novelas de SF hard antes de proponer esta ley en la reunión del Senado estatal celebrada el 29 de septiembre.

Sabemos (por conocidos que han tenido la desgracia de trabajar allí) que Indiana es un estado de moral puritana. Me contaron algo así como que beber cerveza en domingo era delito (¡qué gusto le dará esto a cualquier fundamentalista islámico!), y, por supuesto, ni hablar del uso de métodos sexuales no permitidos por la iglesia.

Pero ello no obsta para que los Europeos nos pongamos a temblar, pues nuestros insensatos gobernantes tienden a adoptar toda peregrina idea Made in USA. Habrá que darse prisa en hacer hijos.

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