Uno de los problemas que todos hemos encontrado al aprender ortografía son esas palabras que traen dos letras distintas referidas al mismo sonido (o dos "grafemas" referidos a un mismo "fonema", por hablar más técnicamente). Cuando yo era pequeño, mi némesis particular era "adverbio", y como nos sucede en estos casos a quienes carecemos de memoria visual, tuve que aprender memorísticamente que llevaba "la primera con v y la segunda con b".
Como profesor, he comprobado que la misma dificultad aparece a menudo con las palabras que llevan C y S (como "sacerdote"), y ello me ha llevado a incluir ejercicios para palabras con B y V a la vez y ejercicios para palabras con Z y S a la vez en mi portal Apagada.
Lo lógico sería que hubiera continuado por las palabras que tienen a la vez ll y ya, ye, yi, yo, yu, o por las que tienen ge,gi a la vez que j. Pues bien, he comprobado, para mi sorpresa, que de estas dos hay poquísimas.
Según una lista de palabras que he encontrado en internet, serían en el primer caso "bayetilla", "cayadilla" ('instrumento de los forjadores'), "rayadillo", "yanilla" ('cierto árbol silvestre cubano'), "yolillo" ('cierta palma costarricense'), "yuquilla" ('nombre de varias plantas americanas'); y, en el segundo caso, "agiotaje" ('especulación'), "ajengibre" ('jengibre'), gejionense ('gijonés'), "gijonense", "gijonés", "jengibre" y el nombre propio "Jorge".
Curiosa asimetría, ¿verdad?
P.S. Si necesitáis en algún momento, como yo, una lista de palabras del español, la mejor forma de buscarla con google es buscar una serie de palabras sin conexión semántica que estén próximas en el diccionario, como abadia, ababol y aarónico.
Muy buen post. La lengua española es una curiosidad entera. Hoy estaba estudiando las reglas segun la Real Academia y después entré acá. Voy a entrar a tu portal, seguro me será de mucha utilidad.
ResponderEliminar¡Saludos desde México!
Estoy de acuerdo con Davo, el castellano es toda una historia en fonemas... lástima que la gente más jóven está más preocupada por si puede comprarse el último Lewis, o si hay forma de colar un Gucci falso por auténtico.
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