Llegas a casa. Conectas la lavadora. Haces la comida. Comes. Tiendes la ropa, recogiendo la que quedaba tendida. Vas al sofá. Te sientas, y es entonces cuando te invade una agotadora sensación de cansancio.
Te levantas, haces un café, comienzas a pensar que eres adicto.
Revuelves en la taza tu dosis de cafeína.
eso es cierto jamás estoy tan agotado como cuando para un momento a descansar....
ResponderEliminarImpagables esos momentos de amo, señor y escalvo de tu casa y tus cosas.....