Es mala idea apuntarse a un viaje a unas bodegas cuando hay que trabajar el lunes. Es una horrible idea decidir que, pues vamos de domingueros, llevaremos calzado cómodo, pero no de deporte. Es mala idea probar un chardonnay fermentado en barrica, porque está demasiado bueno. Es muy mala idea decidir quedarse en el pueblo, en una terracita, en lugar de ir al hotel a pegarse un duchazo, aunque ir al hotel suponga quedarse allí aburrido un par de horas, porque en caso contrario igual nos divertimos demasiado. Aun con el estómago pesado, es malísima idea cenar poco y seguir bebiendo vino en la cena, pero es peor idea buscar un bar de marcha y seguir bebiendo copas.
Es una pésima idea decidir que nos levantaremos antes de las 10, pero tiene más pecado hacerlo. Es una idea horrenda vestirse el domingo pensando en la vuelta a la civilización y olvidar que primero visitaremos un pueblo. Es una idea nefasta recorrer un sendero sin equipación adecuada, pero hay que reconocer que hubiera sido estúpido perdérselo. Es una idea pecaminosa comer cinco platos, cuando la panza no se ha recuperado de la comida de ayer.
Y así, de mal en peor idea, hemos pasado sábado y domingo. Nos hemos portado muy mal, sí, pero... que nos quiten lo bailado.
¿Dónde has tenido tan malas ideas este fin de semana? ¿Es la buena idea un pueblecito camerano?
ResponderEliminarDiego.
En el Somontano: visita a la bodega de Enate. Qué bueno está ese jodido vino.
ResponderEliminar