Ya sé que no tiene el mínimo interés para vosotros, pero faltan menos de 45 minutos para que vuelva a encaminarme hacia el trabajo y estoy absolutamente agotado. Y me pesa, porque sé que este agotamiento mío de las tardes perjudica a los pocos alumnos que me merecen un respeto.
Por cierto que supongo que mañana el jefe de estudios me volverá a decir que poner apercibimientos a los alumnos no es una solución. Ya lo sé, pero es lo único que puedo hacer si ponerles castigos no funciona (puesto que saben que si no lo cumplen, sólo les cae una bronca, un apercibimiento o como mucho un cero a final de la evaluación). Hoy, el puñetero defensor del menor diciendo que a los chavales hay que ponerles límites. Entiéndame, señor defensor: yo les digo muy clarito lo que no han de hacer, pero si usted me impide tomar medidas si pasan la frontera, apaga y vámonos.
Es posible que lo anterior os produzca una idea muy baja sobre mí: no os preocupéis. Las cosas siempre pueden empeorar.
si le ha funcionado, continue!!
ResponderEliminarun saludo