(dos pensamientos sobre la sociedad)
¡Puta sociedad! Sería necesario acabar con esa parte de la sociedad que sobra y no sirve para nada. Lo malo es que entonces no podríamos encargar pizzas.
(Con esto no quiero indicar que sólo sobren los telepizzeros: sobramos los maestros, los abogados, los delincuentes, los hombres honrados, los sacerdotes, los anarquistas, los toreros, los futbolistas...)
¡Puta sociedad! Aunque entren ganas de salir por la puerta falsa, al final siempre nos damos cuenta de que nuestra ausencia le jodería la vida a alguien. Y lo peor de todo es que eso nos da lástima.
(Esta mañana me di cuenta con espanto de que por muy malo que me ponga no debo coger la baja, ya que he elegido un horario estupendo para mí, pero espantoso para cualquiera que venga de Villanueva de la Cañada o de Las Musas —para los de Parla no sería tan malo.)
Qué susto chico, creí que ibas a empezar con la clásica perorata de lo dura que es la vida, lo mal que nos trata la sociedad, lo ínfimos que somos, cómo hace falta mucha más humanidad y que los niños matan a otros niños sólo por culpa de la sociedad cruel.
ResponderEliminarTodos sabemos que la culpa la tiene el níquel. Y que la única solución es el níquel. O el cadmio, ya no me acuerdo.
bnolhnh: Claxón de un camión inconmensurablemente grande
Precisamente toda esa gente que sobra porque es inútil es la que hace que el mundo sea interesante. ¿Te imaginas un mundo basado en lo práctico de las cosas? Sólo habría llaves allen y telecos. O ni eso.
ResponderEliminarEdryas, cuando tienes razón, tienes razón. Olé, olé y olé.
ResponderEliminarwsrrhxkk: exactamente el sonido que hacía ayer mi coche cuando se estrujaba entre un taxi y un camión.