Sucede a menudo. Entras en una página de internet y, de repente, quieres ver algún tipo de contenido para el que hay que estar registrado. No no confías demasiado en esa web, y procuras dar una dirección de correo electrónico que no consultes demasiado. Pero, en última instancia, aunque esa sea tu cuenta para spam, no deja de ser una cuenta vinculada a tí, que te identifica, de alguna manera, en la red de redes.
Pero existe una solución. Podrías dar una dirección que *no exista* pero a donde puedan llegar los mensajes de registro. ¿Cómo? Mediante Mailinator. Cualquier dirección de mailinator que inventemos, como estoessolopropaganda@mailinator.com, comienza su existencia en el momento en que alguien envía un mensaje a esta cuenta.
El sistema tiene, claro, sus inconvenientes. El acceso a las cuentas es público, lo que quiere decir que, si os estáis registrando en un sitio web y queréis que no sea otra persona quien se registre por vosotros, os conviene poner buscar una dirección electrónica extraña, como a1b2c3d4 o qui500jote.
Y, por supuesto, si seguís la recomendación de la página web y usáis mailinator para darle una dirección de correo a esa mujer que conocísteis —borrachos perdidos— en una fiesta, procurad no remitirla a john@mailinator.com o algo así, porque seguro que hay cientos de spammers leyendo esa dirección.
¡¡me encanta la idea!! lo único en lo que pienso ahora es en qué dirección crearía... tarzanysuputamadrebuscanpisoenalcobendas@mailinator.com ?
ResponderEliminarPor cierto, ¿qué habrá sido de aquella banda? ... ¡¡voto a bríos, si siguen funcionando!!
http://www.lafactoriadelritmo.com/fact14/entrevis/tarzan.shtml
ay...