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miércoles, 29 de septiembre de 2004

Anoche (I) Final Fantasy en la filmoteca

Anoche un plan estupendo que pudo ser desastroso. Pero eso lo contaré después. Primero vamos con el buen rollito y esa alegría veraniega que todavía nos invade en los primeros días del otoño.

Anoche fui al Cine Doré de la Filmoteca Española(*) a ver Final Fantasy, una película que había visto poco después de su estreno, septiembre de 2001... Humm. Recuerdo que fue ese año porque al principio de la película salía el tráiler de Spiderman volando entre las Torres Gemelas... una secuencia que, por causas lamentables, hubo de retirarse de esa otra película cuando se estrenó con un retraso de seis meses.

No sé si recordaréis que lo novedoso de Final Fantasy fue que se basaba en una animación 3d fotorrealística (es decir, sin el estilo de personajes caricaturizados que usa Dreamworks). Supuso un experimento que, por lo que yo sé, sólo se ha vuelto a repetir en series como Caminando entre dinosaurios (BBC) o en secuencias de films protagonizados por actores reales (como la versión con actores de El Señor de los Anillos o la trilogía de Annakin de la Guerra de las Galaxias). En su momento, me había impresionado el detalle de las animaciones. Quizá su mayor defecto era la falta de imperfecciones de los personajes, pues éstas aparecían sólo en los primerísimos planos. Sospechaba que, tres años más tarde, me defraudaría.

Pero no ha sido así. Me ha gustado bastante. El truco está, probablemente, en que los personajes se mueven en un mundo totalmente mecanizado, en una estética que ha aparecido ya en películas como Matrix. De modo que sólo una pequeña parte de la imagen en pantalla necesita un aspecto "vivo", lo que facilita enormemente tanto el trabajo de los dibujantes como la suspensión de verosimilitud en los espectadores.

Respecto al hecho de verla en la Filmoteca Española, me llamaron la atención varias cosas:
  • La película no se proyectó con su doblaje original (Alec Baldwin, Donald Sutherland y otros). Se proyectó doblada al castellano, lo que seguramente disgustó a los extranjeros que había presentes.
  • El público (excluyéndome a mí y a mis acompañantes) no se rió en ninguna de las bromas. Quizá las consideró infantiles. Pero las bromas de Billy Wilder también son infantiles, y espero que el público de la filmoteca no permanezca con cara de palo mientras ve una película de Wilder en la Filmoteca.



(*) Nota para no-madrileños: La Filmoteca Española es el organismo gubernamental español dedicado al estudio, la conservación y la difusión del cine. Mantiene en el centro de Madrid una sala, llamada oficialmente "Cine Doré" y extraoficialmente "la Filmoteca" donde se pueden ver películas (usualmente clásicos en versión original) a un precio realmente barato (1,5$/1,5€ por sesión y persona).

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