miércoles, 1 de marzo de 2006

Una pregunta para mis amigos arquitectos

Una pregunta rápida, antes de irme a trabajar, para mis amigos arquitectos: la arquitectura, ¿es sólo fachada? Quiero decir: si tiramos todo el interior de la cúpula de San Pedro pero dejamos la fachada y la apariencia exterior del Vaticano, ¿estaríamos conservándolo? ¿Podemos conservar un castillo ensanchando todas las puertas, eliminando las cisternas, igualando la altura de todas las plantas? ¿Es acorde con una idea de conservación la posibilidad de remodelar el interior del Palacio de Comunicaciones de Madrid para hacer un Ayuntamiento?

En Logroño, en la Rúa Vieja quedaban tres edificios que conservaban la estructura edificativa de los edificios medievales. Eso no quiere decir que se conservase la fachada, sino que los materiales, el sistema constructivo, la distribución de los habitáculos interiores (incluyendo cuadras, patios, bodegas), e incluso la medida del solar era la de un edificio medieval. Uno de estos edificios tenía la protección máxima (es decir, la misma de una iglesia), y los otros la inmediatamente inferior.

Hacia 1999, el ayuntamiento publicó, en su hoja informativa, De buena fuente un proyecto según el cual se tirarían estos tres edificios, reconstruyendo piedra a piedra su exterior, pero no su interior. Uno de los tres se dedicaría a museo. No se supo más del tema.

Este otoño, una colabora de mi padre, miembro de la junta de patrimonio del ayuntamiento de la capital riojana, requirió su presencia urgente para protestar contra el proyecto, que había vuelto a la actualidad. No se pudo hacer nada. Además, ahora el proyecto contaba con una reforma: el museo ha sido sustituido por un hotel.

Desde el principal periódico local se defiende la intervención a capa y espada. Son muchos quienes creen, efectivamente, que dejar la fachada es sinónimo de conservación. Me pregunto qué pensarían desde el periódico local si alguien construyera tabiques entre los pilares de la concatedral (también protección 1), o la comprase para reformar su interior e instalar una macrodiscoteca.

Es cierto que la zona del casco antiguo ha de recuperarse para la vivienda, después de años de laissez faire con los bares de copas, política quizá encaminada a expulsar a los gitanos del barrio. Pero en Madrid, donde la vivienda es más cara, a nadie se le ocurriría destruir la estructura interior de una corrala —precisamente es esa estructura interior de las infraviviendas del siglo XIX lo que está protegido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues por decir algo positivo, al menos esa gente quiere conservar la fachada : la aprecia estéticamente y la considera patrimonio común, porque respecto a la protección y conservación de espacios naturales muchos no se molestan en absoluto.