miércoles, 13 de octubre de 2004

Europa, Europa.

Mientras el debate en el europarlamento parece referirse a otros asuntos, hay una serie de noticias europeas que he ido pasando sin comentar.

En primer lugar, la jornada laboral de 48 horas. ¿48 horas? Sí, y excluyendo de este tiempo las horas de "guardia" (médicos, profesores, policías, camioneros: ¡preparáos!) y además computando las horas travabajadas a lo largo de 12 meses (trabajadores fijos discontinuos: ¡preparáos!). Veo que el Partido Socialista Europeo está contra la idea, defendida por Stavros Dimas. [Rellenar aquí ficha de Stavros Dimas...]
En contra de esa idea está Stepen Hugues, portavoz del PSE, y están los camioneros, que durante este puente (creo recordar que el día 11) se han manifestado, precisamente, para reclamar una jornada máxima de 48 horas, sí (cumplen más de 50), pero incluyendo las horas de permanencia (ver el díptico, que dice "En Europa: Enmienda del Reglamento de la Unión Europea 3820/85 y del acuerdo AETR de la Comisión Económica para Europa, a fin de que estos instrumentos limiten la jornada laboral y no solo el tiempo de conducción.")

Por otro lado, he de felicitar a Turquía por su... posibilidad de adhesión. No es que Turquía me parezca un país fascinante ni democrático, pero ya sabéis (y si no, buscad en este blog) las razones que me impulsan a desear que se integre. Por cierto, ¿os habéis dado cuenta de que, si se integra, será el mayor país tanto por superficie como por población, con todo el poder que eso conlleva?

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